El pueblo puertorriqueño lleva seis días protestando en las calles del Viejo San Juan y otros pueblos de la isla, exigiendo la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló Nevares. El miércoles se congregaron en el casco colonial de la capital cientos de miles de boricuas, junto a varias celebridades y personalidades públicas como René Pérez (Residente), Bad Bunny, Ricky Martin, Tommy Torres, la India y Benicio del Toro, entre otros.
Por: Luis Grande Branger – San Juan, Puerto Rico
Para entender la razón por la que los puertorriqueños han decidido lanzarse a las calles y la importancia de este hecho, hay que comprender el contexto sociopolítico e histórico de esta isla caribeña, la cual, en 1898 pasó de ser colonia española a ser colonia de los Estados Unidos, como parte de las capitulaciones firmadas por el país europeo al rendirse ante la nación americana tras la guerra Hispano-Estadounidense. Los puertorriqueños actualmente son una colonia denominada “Estado Libre Asociado”, lo que hace que dependa enormemente de ayudas federales de los Estados Unidos.
En los últimos años, la economía del país se ha visto en una crisis que ha ido empeorando, sumada a eventos como la incorporación de impuestos que han golpeado el bolsillo de los puertorriqueños, el despido masivo de decenas de miles de empleados públicos en el 2009, el éxodo migratorio de cientos de miles de ciudadanos, entre otros eventos manchados con diversos casos de corrupción administrativa que han llevado a varios políticos a prisión, incluyendo decenas de funcionarios públicos que trabajaron en la administración del exgobernador Pedro Rosselló, padre del actual mandatario.
El gobierno de Puerto Rico se encuentra desde 2017 en quiebra, con una deuda multimillonaria que generaron las diversas administraciones en las últimas décadas, quienes tuvieron la política pública de tomar dinero prestado de acreedores privados. Estos prestamistas han exigido a la corte de los Estados Unidos que se les regrese el dinero, por lo que se le impuso a la Isla una Junta de Supervisión Fiscal formada por siete miembros nombrados por el Presidente de los Estados Unidos y un miembro nombrado por el Gobernador de Puerto Rico. Dicho ente está presionando para que se tomen medidas de austeridad para que el gobierno pueda juntar el dinero necesario para pagar lo que debe, lo que ha afectado los servicios en la Isla y amenaza con eliminar prestaciones sociales, pensiones, entre otras cosas.
El paso de los huracanes Irma y María empeoraron todo el panorama y el último de estos fenómenos ambientales también causó miles de muertes de puertorriqueños, dado el retraso en la restauración de los servicios básicos por parte de la administración de Rosselló. Mientras tanto, la Secretaria de Educación, Julia Keleher, era el foco del escarnio público tras el cierre de múltiples escuelas, según ella para ahorrar dinero, lo que forzaba a concentrar grandes cantidades de alumnos y el desplazamiento de maestros y estudiantes. De igual modo, la propuesta de recortes presupuestarios para las áreas de la educación superior y la salud, generaban gran malestar en la población.
La administración de Ricardo Rosselló ha sido manchada con arrestos por corrupción y abuso sexual. Hace unos meses la secretaria Keleher renunció a su cargo y el pasado 10 de julio fue arrestada, junto a la exdirectora ejecutiva de la Administración de Seguros de Salud, Ángela Ávila, y otras ocho personas por múltiples cargos de corrupción. Justo luego de que esto ocurriera, el Centro de Periodismo Investigativo de Puerto Rico reveló el pasado sábado 13 de julio, un documento de 889 páginas, con la transcripción de un chat privado que tenía el Gobernador con 12 personas más, algunos miembros de su gobierno, en el que no sólo se discutía asuntos de política pública (lo que le revelaba información sensible a quienes no eran parte de la administración), sino que contenía evidencia de manipulación mediática y de encuestas, la generación de noticias falsas, pago a medios noticiosos para que actuaran como relacionistas públicos, así como comentarios machistas, sexistas, homofóbicos y de gran insensibilidad ante el sufrimiento de los puertorriqueños. En el chat se vislumbra que la prioridad del Gobernador no ha sido nunca el bienestar de los puertorriqueños sino el que su buena imagen pública se mantenga, en miras a la reelección de 2020. Esto quedó evidenciado, por ejemplo, cuando el Gobernador decidió despedir a gente y arreglar las lanchas que sirven de medio de transporte para las islas de Vieques y Culebra, dos islas del archipiélago que conforma a Puerto Rico, tan sólo porque un turista estadounidense publicó un tweet quejándose del mal estado de las mismas, esto en el contexto de que los habitantes de estas islas han exigido por años un mejoramiento al sistema de transportación marítima que es vital para su subsistencia.
El Gobernador se pronunció el sábado pidiendo disculpas por lo que consideraba un error humano debido a la liberación de tensión y stress. Al día siguiente asistió a un servicio religioso en una Iglesia Evangélica (el Gobernador es Católico, aunque durante su campaña se identificó como Católico-Protestante), en donde se le cedió el púlpito desde donde volvió a repetir sus excusas. La aparición de este chat fue la última gota en un proceso que ha llevado a los puertorriqueños a salir a las calles en forma de protestas multisectoriales pidiéndole la renuncia. Lo mismo le han exigido diversas agrupaciones, entidades públicas y privadas, personalidades de la farándula, la política y la academia, junto a los cientos de miles de personas que lo están haciendo en las calles y las redes sociales (los hashtags #RickyRenuncia y #RickyRenunciaYa, llevan desde el sábado siendo trending en Puerto Rico, en Estados Unidos e incluso mundialmente). La respuesta del Gobernador es que no piensa renunciar, a pesar de que él despidió a todos los funcionarios involucrados en el chat, ya que él fue electo en las pasadas elecciones.
En las manifestaciones del pasado lunes y en las del miércoles, la policía de Puerto Rico recurrió a la represión de las protestas mediante el uso de gases lacrimógenos, macanazos y el disparo de perdigones de goma, arrestando a manifestantes. Henry Escalera, Comisionado de la Policía alega que esto se ha debido a la actitud violenta de algunos de los participantes de la protesta, sin embargo, los videos de los ciudadanos e incluso reporteros puertorriqueños y de EEUU (CBS, NBC, CNN, etc) en las redes sociales contradice esta narrativa, mostrando casos en los que los policías fueron los incitadores de los disturbios o incluso, el ataque a ciudadanos que no estaban actuando violentamente.
Ya hay itinerarios de protestas pautados para los días venideros en varios de los 78 municipios de Puerto Rico y pareciera que las manifestaciones no pararán hasta que Ricardo Rosselló renuncie o sea destituido por la legislación. Esto demuestra un cambio en la actitud política del puertorriqueño. Es importante entender que en Puerto Rico no existe una cultura de la protesta como la hay en otros países. La mayoría de las manifestaciones son llevadas a cabo por los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (el centro de educación superior público del país) y algunas organizaciones sindicales, y por lo general, con algunas marcadas excepciones, no cuentan con tantos participantes y no duran más de un día. La manifestación multisectorial prolongada más recordada en este país fue en 1999 cuando todos los boricuas se unieron para sacar a la marina de los Estados Unidos de la isla de Vieques. En aquella ocasión este esfuerzo fue exitoso y en el corazón de los puertorriqueños, esta vez lo volverá a ser.