El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, anunció que no ha pensado en renunciar a su cargo y que inició un diálogo con el sector indígena que ha protagonizado duras protestas y bloqueos de caminos en rechazo a la importante alza en el precio de los combustibles.
“Sin duda es difícil ponerse de acuerdo con tantas organizaciones (indígenas), pero precisamente es el esfuerzo que le corresponde a un gobierno”, argumentó.
No obstante, afirmó que no dejará su cargo “bajo ninguna circunstancia”.
En medio del un toque de queda parcial que rige en Ecuador, las protestas por las medidas económicas continúan, y los problemas con el transporte se incrementan por el bloqueo de vías por parte de manifestantes.
Todo esto ocurre previo a la huelga nacional convocada por sindicatos, sectores sociales e indígenas en contra de la elevación del costo de los combustibles.
Una fuente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) dijo este miércoles que participarán en una asamblea «en la que se tomarán algunas decisiones» pero no detalló en qué ámbitos.
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Manifestantes cortaron una parte de la avenida 10 de agosto, centro de concentración para el inicio de la marcha con destino al centro histórico, donde se encuentra el palacio presidencial de Carondelet.
Hasta el lugar, intentarán llegar los marchistas a pesar de que el presidente, Lenín Moreno, mudó la sede de gobierno a Guayaquil.
De acuerdo a la agencia EFE, Jaime Arciniegas, miembro del Parlamento Laboral ecuatoriano, dijo que se sumarán más trabajadores e insistió en que el Ejecutivo derogue el decreto por el que eliminó los subsidios a los combustibles.