Mujer australiana se hizo pedicure con peces en Tailandia y perdió los dedos de un pie

Las que debían ser las vacaciones de su vida terminaron convirtiéndose en los peores días que ha enfrentado Victoria Curthoys, una australiana de 29 años.

Mira también: Prohíben a estudiantes de Taiwán darle comida al perro del colegio porque tiene obesidad 

Los hechos se registraron en 2010. La joven viajó de vacaciones a Tailandia y estando allí decidió someterse al popular pedicure con peces ‘garra rufa’ en un spa, en el que los animales se alimentan de la piel muerta alrededor de los pies, realizando una exfoliación natural.

Curthoys cuenta que mucho antes del viaje había perdido la mitad de su dedo gordo tras pisar un trozo de vidrio y tener una infección hasta el hueso del dedo. “Observé al dueño del spa programar todo el sistema y se veía muy limpio, pero qué equivocada estaba”, expresó en una entrevista la mujer sobre su caso.

Sin embargo, un parásito de la bañera logró filtrarse en una herida de su antigua operación y solo un año más tarde los médicos lograron identificar la infección que tenía hasta la médula del dedo. “Terminé con otra infección ósea en el dedo gordo del pie y los médicos tardaron más de un año en descubrir de qué tipo era. Cuando se dieron cuenta, me había comido todo el hueso del dedo y estaba enferma todo el tiempo”, explica.

Te puede interesar → Estremecedor: hallan 12 cadáveres de bebés en cajas de cartón en hospital de Kenia 

Los especialistas decidieron quitarle por completo el dedo gordo de uno de sus pies, tras ser diagnosticada con Schwelmenella (una infección que se come los huesos).

Aunque en ese momento Victoria pensó que su ‘tortura’ por cuenta del pedicure había terminado, estaba muy alejada de la realidad: al empezar a caminar sin el dedo gordo, empezó a ejercer presión sobre los otros dedos, desatando úlceras e infecciones en los cuatro dedos restantes. En 2014 le quitaron el segundo dedo, dos años después perdió los dos dedos que seguían y finalmente en 2017 le amputaron el meñique.

Ahora la mujer ha decidido compartir su historia a través de una cuenta de Instagram, con el objetivo de alertar a las personas que se someten a este tipo de procedimientos estéticos y brindarles confianza a aquellos que han atravesado situaciones similares.

Síguenos también en Twitter ↓