El Parlamento iraquí pidió al Gobierno que ponga fin a la presencia de tropas extranjeras en el país, después de que el primer ministro, Abdel Abdelmahdi, lo solicitara en la primera sesión de la Cámara tras bombardeo de EE.UU. en donde murió el comandante iraní Qasem Soleimaní.
El Parlamento aprobó una moción en la que solicita al Ejecutivo que “trabaje para acabar con la presencia de cualquier fuerza extranjera en el país”.
Asimismo, el texto solicita al Gobierno que anule “la petición de ayuda a la coalición internacional para luchar contra el (grupo terrorista) Estado Islámico” porque considera que las operaciones militares contra los extremistas ya han concluido en Irak.
El Parlamento también instó al Gobierno, representado por el Ministerio de Exteriores, a presentar una queja urgente a la ONU y al Consejo de Seguridad contra EE.UU. por “violar la soberanía y seguridad de Irak”.
Además, pidió al Ejecutivo llevar a cabo “una investigación de alto nivel para conocer las circunstancias del bombardeo estadounidense e informar a la Cámara de los resultados en un plazo de siete días”.
La decisión fue leída por Mohamed al Halbousi, presidente de la Cámara, donde hoy estuvieron presentes 168 diputados de los 329, debido a la ausencia de partidos kurdos y suníes.
En la sesión, el primer ministro dimisionario, Adel Abdelmahdi, pidió adoptar “medidas urgentes” y “llevar a cabo las gestiones” necesarias para acabar con la presencia de fuerzas extranjeras en Irak.
Por su parte, la coalición internacional encabezada por Washington anunció hoy la suspensión de sus actividades de apoyo y entrenamiento de las tropas iraquíes para concentrarse en la protección de las bases donde se encuentran desplegadas sus fuerzas en Irak.
EE.UU. tiene tropas y asesores en Irak en el marco de esa alianza, que ha luchado junto a las tropas iraquíes contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), con la participación de las milicias chiíes Multitud Popular.
El vicepresidente de esa agrupación armada, Abu Mahdi al Mohandes, murió junto a Soleimaní en la madrugada del viernes en un bombardeo cerca del aeropuerto de Bagdad, en el que también fallecieron otras seis personas iraquíes e iraníes.