El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, vetó el 18 de julio al líder del partido Podemos, Pablo Iglesias, como vicepresidente en una nueva gestión al frente de la nación ibérica, a pesar de necesitar su apoyo en el Parlamento para repetir como jefe del Ejecutivo.
Ganador de las legislativas del 28 de abril sin mayoría absoluta, Sánchez estuvo negociando arduamente con Iglesias durante las últimas semanas. Sin embargo, repitió que no quería a Iglesias en el seno de su ejecutivo por sus profundas discrepancias, en especial sobre Cataluña, después del intento de secesión de esta región en 2017.
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Sin embargo, las conversaciones saltaron por los aires con la pretensión de Iglesias de entrar como vicepresidente de un ejecutivo de coalición, además de obtener para su partido carteras como Hacienda o Trabajo, detalló AFP.
Una línea roja para Sánchez, que no esconde su desconfianza hacia su competidor en el flanco izquierdo, y que en su última oferta propuso la entrada de ministros de Podemos con un perfil más técnico que político.
“No se dan las condiciones para que el señor Iglesias sea miembro de ese gobierno”, dijo Sánchez en una entrevista al canal privado La Sexta. Según él, la exigencia de Iglesias es “el principal escollo” para un acuerdo entre los socialistas y Podemos.
Por su parte, el líder del partido, Pablo Iglesias, aceptó el 19 de julio no formar parte de un futuro gobierno de Pedro Sánchez, lo que podría abrir la vía a una reelección del socialista en coalición con esta formación.
“España necesita ya un gobierno de coalición de izquierdas (…). El (partido socialista) PSOE dice que el único escollo que evita ese gobierno soy yo”, declaró Iglesias en un vídeo colgado en su Twitter.
No debo ser la excusa del PSOE para que no haya un gobierno de coalición de izquierdas. Estar o no en el Consejo de Ministros no será un problema siempre y cuando no haya más vetos y la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno sea proporcional a los votos pic.twitter.com/UcBoukAj7H
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) July 19, 2019
“He estado reflexionando estos días y no voy a ser la excusa para que el PSOE evite ese gobierno de coalición”, anunció.
Pero a cambio exigió que “la presencia de Podemos debe ser proporcional a los votos” y que ellos puedan escoger los integrantes de su partido en el futuro ejecutivo.
Sánchez necesita el apoyo de los 42 diputados de Podemos y el de otros partidos regionales para poder ser reelegido en el cargo por el parlamento la próxima semana.
Podemos condicionaba su respaldo a su entrada en un gobierno de coalición.
Sánchez, que había rechazado esta opción, flexibilizó su posición aceptando finalmente la entrada de ministros de Podemos con un perfil más técnico que político.