El expresidente argentino Fernando de la Rúa falleció el martes 9 de julio a sus 81 años de edad en Buenos Aires, apenas unas horas después de haber sido hospitalizado.
El mandatario de ese país, Mauricio Macri, resaltó a través de su cuenta en Twitter que su trayectoria merece el reconocimiento todos los argentinos.
Pocos días antes fue hospitalizado “en estado muy delicado” en el instituto Fleni de la localidad bonaerense de Escobar, según allegados del político.
Los problemas cardíacos del exmandatario venían de lejos, ya que en 2018 fue sometido a una angioplastia tras un infarto de miocardio y en 2014 a otra por obstrucciones arteriales.
El presidente tachado de “aburrido”
De la Rúa fue jefe de Estado entre 1999 y 2001, se vio forzado a dimitir durante la peor crisis económica, política y social de la historia contemporánea de Argentina, conocida como “corralito bancario”, recordó EFE.
Tras esta crisis, renunció y abandonó la sede de Gobierno, la Casa Rosada, en helicóptero, una imagen que dio la vuelta al mundo.
Legislador hasta 1976, cuando los militares dieron el golpe de Estado que desencadenó la última dictadura argentina, que se extendió hasta 1983, De La Rúa desarrolló ya de nuevo en democracia una intensa carrera política como diputado, senador y alcalde de Buenos Aires.
Su carrera llegó a lo más alto al ser elegido presidente del país y sucedió al peronista Carlos Menem (1989-1999) para un mandato de cuatro años.