El canciller de México, Marcelo Ebrard, explicó este lunes que en 45 días se evaluarán los avances en el control del flujo migratorio con Estados Unidos, y de fallar su plan de contención se tomarán medidas adicionales porque se podría reactivar la amenaza arancelaria, reseñó EFE.
“El día 45 es la evaluación. Y si no logramos resultados, tendríamos que participar en discusiones para un acuerdo que incluye el retorno de solicitantes de asilo bajo una perspectiva regional”, dijo este lunes el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) desde Palacio Nacional.
Ebrard detalló las conversaciones y acuerdos de la semana pasada en Washington que evitaron la imposición de aranceles a todos los productos mexicanos por parte del Gobierno de Estados Unidos.
El jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, aseguró este mismo lunes que hubo una parte del acuerdo que se revelaría a futuro, a lo que el canciller respondió que no se ocultaba nada.
En un largo mensaje, Ebrard detalló que este ha sido el momento “más difícil” de la relación entre México y Estados Unidos en lo que va de mandato, con unas conversaciones de “muchas horas y muy tensas” y con un ultimátum por parte del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
Celebró, no obstante, que se lograra diferenciar el asunto comercial de la realidad migratoria.
Reconoció que la posición de Estados Unidos se basa en cifras reales como que en el último mes detuvieron a 140.000 personas en la frontera.
Alertó que, de no llegar a un acuerdo antes de la imposición de tarifas, se temía que el siguiente paso era la cancelación del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, bautizado como T-MEC y en proceso de ratificación.
“Estimamos que el impacto sería como incrementar el IVA de golpe el 10 %. Llevaría a 1,2 millones de empleos perdidos y a la caída del PIB de más de un punto”, indicó.
Entonces, el titular de Exteriores desgranó el acuerdo y las medidas a los que se llegó.
En primer lugar, remarcó que México evitó ser “primer país de asilo” o “tercer país seguro”, que significaría que las personas que quieran buscar asilo a Estados Unidos serían remitidas a México, quien aceptaría su trámite.
Adicionalmente, confirmó el despliegue de miles de agentes de la nueva Guardia Nacional en la frontera sur, aunque recordó que este ya era un plan gubernamental.
“Pero ahora se hará “el despliegue más rápido”, puntualizó.
El canciller negó que se busque criminalizar el migrante. Pero, sí será obligatorio registrarse para cruzar el país.
“México no puede permitir que haya un flujo de millón y medio de personas sin saber ni cómo se llaman pasando por su territorio”, agregó.
En segundo punto, Ebrard recordó que Estados Unidos ya ejecutaba la aplicación de la sección 235 en la frontera entre naciones, que permite que cuando las autoridades migratorias de EE.UU. se declaran saturadas, regresan a México parte de los migrantes para que esperen ahí mientras terminan su proceso de asilo.
De esta manera, llegó al tercer punto del acuerdo, y explicó que si lo anunciado no tiene éxito, se tomarán “medidas adicionales”.
Se otorgó un plazo de 45 días para demostrar que México “tiene razón”.
Pero si no se avanza favorablemente, Ebrard informó de un plan con “responsabilidad regional”.
Y en ella deberían participar organismos como la ACNUR y países como Brasil o Panamá, pues ellos reciben muchos migrantes -algunos de fuera del continente americano- que buscan llegar a Estados Unidos.
“Nosotros confiamos en que las medidas que hemos propuesto tendrán éxito. Pero si no lo tienen, tendremos que participar en una discusión de ese tipo. No lo estoy ocultando”, apuntó el canciller.
Asimismo, detalló que tal y como decía Trump en un reciente tuit, si las medidas fallan, Ebrard debería presentarse ante el Senado para presentar este nuevo plan regional.
“La evaluación será dentro de 45 días, y se concluirá en un periodo de 90 días. A los 45 días, nos tendremos que sentar las partes y ver si tuvo éxito o no tuvo éxito”, subrayó Ebrard, que celebró que no hay “amenazas de tarifas en 90 días, o en 45, o en 30”, dijo algo confuso.
Finalmente, el canciller recordó que hay en marcha también un plan de desarrollo para Centroamérica, que cuenta con el apoyo del Gobierno estadounidense, quien se comprometió a liderar la estrategia junto a México.
De esta forma, Ebrard consideró que la visión de México de resolver la migración forzada mediante el desarrollo económico “está admitida y respaldada” por Estados Unidos.
Esto, dijo, es lo “más importante”, dado que es “el único compromiso firmado por la Administración Trump sobre el desarrollo de una región en todo el mundo”.
Antes de ceder la palabra a Ebrard, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró que se ha terminado con un “semana difícil”.
“Se vivieron diez días complicados por el tema de los aranceles (…) pero fueron buenos los resultados”, indicó.