La canciller alemana, Angela Merkel, insistió el 19 de julio en que se siente “bien” de salud y se mostró convencida de que está capacitada para completar su mandato, previsto hasta 2021, pese a los reiterados temblores públicos sufridos en las últimas semanas.
“Bien, me siento bien”, respondió la líder alemana, en su conferencia de prensa habitual antes del receso vacacional, de unos 90 minutos, en la que se sometió a todo tipo de preguntas.
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De manera escueta, la funcionaria respondió así a las inquietudes sobre lo que ocurre con su estado de salud, pero mantuvo su posición de no dar más explicaciones al respecto, como ha hecho en las últimas semanas, ya sea personalmente o a través de alguno de sus portavoces.
De acuerdo a la agencia EFE, Merkel también se refirió asimismo a su decisión, anunciada en octubre de 2018, de no optar a otra legislatura una vez completado su actual mandato, el cuarto.
El 18 de junio, la canciller padeció los primeros espasmos en un acto oficial con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Berlín.
Atribuyó el malestar a una supuesta deshidratación y aseguró que se recuperó tras beber varios vasos de agua.
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Posteriormente le siguieron dos situaciones similares, todos en eventos oficiales. Hasta ahora, se desconoce con precisión qué origina esta afectación en Merkel. Según sus propias palabras se trata de estrés.
En el más reciente “temblor”, optó por sentarse para conseguir calmarlo. Posteriormente explicó que había reaccionado con ansiedad al recordar el primer episodio, ocurrido hace menos de un mes.
Bild, el diario más leído de Alemania, dijeron que los análisis de sangre no revelaron en especial ninguna carencia mineral.
La dirigente cumplió 65 años el 17 de julio.