Los billetes de 2, 5 y 10 bolívares soberanos representan el 52,05% de las piezas en circulación (2143,3 millones de notas) en la economía venezolana para finales del mes de marzo, como publica el Banco Central de Venezuela (BCV) en su página web.
Las denominaciones no son aceptadas en comercios por su nulo poder adquisitivo. En los únicos casos donde los billetes mantienen poder de compra, estaciones de servicio y sistema Metro, no son recibidos. En el primer caso, por instrucciones giradas a los dependientes de las gasolineras y en el segundo porque, hasta la entrada en vigencia del nuevo precio del Metro de Caracas, los torniquetes de acceso a los trenes se encontraban abiertos sin costo.
El billete de BsS 2 es el que más circula en el país: 948,6 millones de piezas, casi la cuarta parte de todo el efectivo de Venezuela. Le sigue el de BsS 100 con 644,4 millones y luego los de BsS 5 y BsS 10, con 597,7 y 597 millones, respectivamente.
Las monedas, por su parte, han desaparecido: solo circulan 26 millones entre las denominaciones de BsS 0,50 y BsS1.
La hiperinflación que vive el país (1.304.000% anualizado al cierre de abril de 2019, de acuerdo a cifras de la Asamblea Nacional) ha pulverizado la reconversión monetaria realizada por el gobierno de Nicolás Maduro en agosto 2018, donde se quitaron cinco ceros a la moneda de curso anterior, el Bolívar Fuerte.
El billete de 500 busca dar oxígeno
De las cifras del BCV también se puede concluir que los esfuerzos de impresión de nuevos billetes se han centrado en el que aún guarda un poco de valor dentro de la economía: el de BsS 500, que pasó de tener 87,4 millones de piezas en circulación en enero a 340,2 millones en marzo de 2019. Siendo el de más alta denominación en el nuevo cono monetario venezolano, solo puede pagar un boleto de autobús.
En el tercer mes se pusieron en circulación, en total, 110,6 millones de nuevos billetes, un 20,72% más de los que había en febrero.