La administración del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, criticó el informe emitido por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en la tribuna de este jueves 12 de julio que ofrece el organismo y que se encuentra en el último día de tres semanas de sesiones.
Las acusaciones fueron leídas por el embajador de Venezuela, Jorge Valero, y eran extractos de una carta dirigida por Maduro a Bachelet, en la que el mandatario acusa a la Alta Comisionada de “no haber escuchado a Venezuela” y de haber recogido únicamente información aportadas por intereses contrarios al país, reportó EFE.
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“¿Se puede hablar de ‘crisis humanitaria’ cuando el Gobierno de Estados Unidos ha despojado a Venezuela de 30.000 millones de dólares de sus activos petroleros en el extranjero y ha bloqueado y confiscado más de 7.000 millones de dólares para la compra de alimentos y medicinas?”, pregunta Maduro en su misiva.
Sin embargo, el informe emitido por la Oficina de Bachelet la semana pasada no aborda únicamente la crisis socioeconómica en Venezuela, sino una serie de vulneraciones de derechos civiles y políticos.
Se menciona en particular la represión y criminalización hacia la oposición política a través de numerosas acciones, así como torturas y miles de casos de ejecuciones extrajudiciales.
Este informe, encargado a Bachelet por el Consejo de Derechos Humanos, ya había sido criticado por altos funcionarios venezolanos apenas se conoció su contenido, pero esta vez Maduro transmitió su descontento a firma personal.
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En su carta, Maduro sostiene que se trata de “un informe plagado de falsas afirmaciones, tergiversaciones y manipulaciones en el uso de datos y fuente; carente de equilibrio y rigor, abiertamente parcializado”.
“Presenta un panorama distorsionado de la situación de derechos humanos en nuestro país”, sostuvo.
Bachelet visitó Venezuela el pasado junio tras extensas negociaciones entre su oficina y el gobierno para que se respetaran condiciones mínimas relativas al establecimiento de su agenda y libertad para reunirse con las personas que eligiera.
En esa misión, la Alta Comisionada se reunió con Maduro, así como con el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por más de medio centenar de países.