Una madre demandó a la escuela Prairie Oak Elementary School ubicado en Berwyn, Illinois, luego de descubrir que su hijo de 8 años con autismo llegó a casa con rayones de marcador permanente sobre la piel de su espalda.
La madre identificada como Lucia Roden, advirtió cuando al menor volvió de la escuela que se encontraba más callada y afectado de lo usual, y cuando intentó cambiarlo de camisa, notó que la espalda, la nuca y la parte inferior de la cabeza del menor tenían con marcas de marcador permanente.
“Si hubiera sido un simple accidente (la escuela) debió contactarme para dejarme saber, pero nadie lo hizo y en este momento solo se culpan el uno al otro”, comentó Roden a la cadena local CBS Chicago.
Esta no es la primera vez que la familia identifica fallas y abusos hacia su hijo por parte de la escuela, la madre indicó también que hace un par de meses la escuela la llamó para indicarle que el profesor había perdido a su hijo, pero afortunadamente lo ubicaron de manera pronta en otra de las instalaciones del lugar.
Lo que más preocupa a la madre respecto al reciente hecho, es que el menor recibe clases personalizadas (one to one) y en todo momento debe estar supervisado por un profesor capacitado para atender su condición, no obstante, nadie parece tener la explicación correcta para argumentar lo sucedido.
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“Yo soy su voz, y tengo que garantizar que es escuchada. Tengo que garantizar que su seguridad es la prioridad número uno, porque sino, estaría haciendo mal mi trabajo”, expresó Roden a la cadena local agregando que su hijo tiene dificultad comunicativa y pocas veces puede expresar en realidad lo que le ha sucedido.
¿Cómo advertir a tiempo que tu hijo está siendo víctima de bullying?
Según estimaciones de la Unesco al menos 246 millones de niños y adolescentes estarían siendo víctimas de bullying o violencia y abuso al interior de las escuelas. De acuerdo con el último informe de esta misma organización llamado ‘Behind the numbers: Ending school violence and bullying’, casi uno de cada tres estudiantes es intimidado de alguna manera por sus compañeros de colegio y pocas veces estos actos son advertidos por los padres de familia o educadores.
Los casos de violencia escolar o bullying pueden ser psicológicos o físicos y en cualquiera de los escenarios el resultado tiene el potencial de convertirse en devastador para el menor, llevándolo incluso al suicidio. La mayoría de las ocasiones la víctima no hablará al respecto, pero aprender a detectar a tiempo algunas señales que puede estar enviando en el hogar, será determinante para frenar la situación a tiempo.
Presta atención a estos cambios:
• Trastornos alimenticios como pérdida de la apetito o alimentación compulsiva
• Trastornos de sueño, en exceso o ausencia del mismo
• Cambios negativos en su rendimiento escolar
• Síntomas psicosomáticos como dolor de cabeza o de estómago
• Cambios de humor inclinados hacia la tristeza o irritabilidad
• Dificultad para comunicarse o hacer nuevas amistades
• Cambios de rutina
• Manifestación de rechazo hacia el ambiente escolar
¿Cómo actuar en caso de detectar que tu hijo está siendo víctima de bullying?
El primer paso es hablar con el menor y recordarle que no está solo en la situación que atraviesa. Encuentra mecanismos para enseñarle a validar sus opiniones y así reforzar su seguridad y confianza, tanto en sí mismos, como en el círculo familiar.
Enséñale a fortalecer sus argumentos sin temor a generar rechazo y a afrontar situaciones de abuso escolar propiciadas por otros compañeros con sabiduría y sin violencia.
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El segundo paso será siempre contactar a la escuela para garantizar que se realizan las correcciones del caso y buscar la ayuda de un profesional para que determine el daño psicológico causado al menor y el trabajo a realizar para corregirlo.
Nunca se debe subestimar el daño causado por el bullying, ni pasar por alto las pequeñas señales que logran evidenciarlo.
