En los dos últimos meses se han presentado cerca de 4.000 temblores en el sur de Puerto Rico lo que ha llevado a que muchos de sus ciudadanos emigren a Estados Unidos buscando una estabilidad ante la incertidumbre en la que viven.
El alcalde de Guánica, uno de los municipios más afectados por los sismos, Santos Seda, aseguró que los ciudadanos están haciendo lo correcto al buscar ayuda en Estados Unidos, tras apuntar una cifra conservadora de mil residentes sólo en su territorio que optaron por emigrar.
Seda, en declaraciones a medios locales, sostuvo que “han hecho lo correcto”, ya que como aseguró buscan “su salud emocional”.
Las palabras de Seda se producen casi un mes después del primero de los sismos que provocaron una crisis que empezó el pasado 6 de enero, fecha en la que un temblor de magnitud 5,8 provocó daños en el suroeste de la isla.
Ese temblor, aunque grave, fue sólo la antesala del que un día después, el 7 de enero, alcanzaría una magnitud de 6,4 provocando un muerto, casi 4.000 refugiados y cientos de viviendas dañadas.
La actividad sísmica continuó durante todo el mes y ayer martes un nuevo temblor, de magnitud 5 y con epicentro 22 kilómetros al sur de Guánica, volvió a provocar pánico en ese municipio, un territorio pobre que ahora se enfrenta a una emigración que dañará todavía más su economía.
La población del suroeste de Puerto Rico tiene razones para hacer las maletas, ya que desde prácticamente el 28 de diciembre la tierra no ha parado de temblar.
Cerca de 4.000 temblores
El “US NWS Pacific Tsunami Warning Center”, unidad de alerta de tsunami del Servicio National de Meteorología (SNM-NOAA) de Estados Unidos, elaboró un vídeo de todos los sismos reportados en Puerto Rico los pasados meses de diciembre y enero que refleja cerca de 4.000 temblores.
Además, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, en inglés) divulgó el informe “La duración potencial de las réplicas del terremoto 2020 del suroeste de Puerto Rico”, en el que se advierte de que las réplicas del sismo del pasado 7 de enero podrán prolongarse durante años.
La corriente migratoria que ha generado la actividad sísmica preocupa a las autoridades por las repercusiones que tendrá para los municipios afectados.
El demógrafo Raúl Figueroa señaló que es todavía pronto para saber las consecuencias migratorias, pero dejó claro que la economía de esos municipios se verá fuertemente afectada.
“Nadie aguanta una bajada de población tan drástica y se trata además de municipios que sin la crisis de los terremotos ya sufrían pérdida de población”, dijo, tras añadir que “va a ser drástico”.
El director del Centro de Información Censal (CIC) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), José Caraballo, dijo a Efe que es normal la tendencia demográfica registrada al sentir la población que no contaba con el suficiente apoyo y entender que en Estados Unidos sí iba a encontrar ayuda.
“Uno de los asuntos preocupantes es que el Censo de EE.UU. tiene que realizarse de forma inminente, pero al haberse ido la población esta no se verá reflejada, lo que supondrá un grave problema para los municipios, que al aparecer como despoblados perderán ayudas federales muy necesarias”, advirtió Caraballo.
Mientras, las críticas siguen surgiendo por quiénes denuncian que el Gobierno de Puerto Rico solamente ha utilizado 80 millones de dólares del Fondo de Emergencia de los 260 millones disponibles y que autorizó la Junta de Control Fiscal (JSF).
La polémica sigue además abierta sobre cómo se gestionó la ayuda a los damnificados después de las denuncias de que el Ejecutivo, no se sabe bien el porqué, no repartió los víveres disponibles en un almacén de la ciudad de Ponce.
La secretaria del Departamento de Justicia, Dennise Longo, señaló sobre el asunto que podría demorarse hasta 3 años el saber qué pasó con la gestión de ese almacén, una tardanza que ha levantado polémica.