Irán lanzó este domingo un satélite al espacio con éxito, pero fracasó en ponerlo en órbita, en un revés para su programa espacial al que Estados Unidos acusa de encubrir el desarrollo de sus misiles.
“El (cohete) Simorgh propulsó con éxito al satélite Zafar hacia el espacio, pero la lanzadera no alcanzó la velocidad suficiente para lograr poner al satélite en la órbita deseada”, manifestó Ahmad Hoseini, portavoz del ministerio de Defensa.
Por su parte, el ministro iraní de Telecomunicaciones, Mohamad Javad Azari Jahromi, admitió en Twitter que el lanzamiento “había fracasado”.
“¡Pero somos IMPARABLES! ¡Tenemos otros satélites iraníes geniales por venir!”, añadió.
El satélite fue lanzado a las 19H15 (15H45 GMT) y cumplió con el “90% de su trayectoria” prevista, a 540 km de altura, precisó Hoseini.
“Con la ayuda de Dios y las mejoras que haremos para los próximos lanzamientos, esta parte de la misión también se desarrollará bien. Logramos la mayoría de los objetivos que teníamos y adquirimos datos, y en un futuro próximo, analizando esos datos, procederemos a las próximas etapas”, afirmó Hoseini.
Una provocación
Este lanzamiento, que Estados Unidos tachó de “provocación”, se produjo en un contexto de tensiones entre Teherán y Washington, después de que Estados Unidos se retirara de forma unilateral de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, en mayo de 2018, y de que reinstaurara una serie de sanciones contra la República Islámica.
EE.UU. acusa a Irán de violar la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que lo insta a “no realizar ninguna actividad vinculada con misiles balísticos concebidos para transportar cargas nucleares, lo que incluye disparos de proyectiles que utilicen la tecnología de estos misiles”.
El programa de satélites de la República islámica preocupa a los occidentales, pero el jefe de la Agencia espacial nacional, Morteza Berari, ha afirmado que Irán milita por la “utilización pacífica del espacio”.
“Todas nuestras actividades en el ámbito espacial son transparentes”, afirmó.
El satélite lanzado pesaba 113 kilos y se preveía fuera capaz de realizar 15 vueltas completas a la tierra por día. Debía ser colocado en órbita a 530 km de la Tierra por el lanzador Simorgh, que no logró alcanzar la velocidad necesaria para hacerlo.
Su “misión principal” era “recolectar imágenes”, en particular para estudiar y prevenir sismos, “impedir catástrofes naturales” y desarrollar la agricultura.
El jefe de la agencia espacial iraní indicó asimismo que su organización prevé terminar la construcción de “otros cinco satélites antes del fin de año [iraní] 1399”, es decir marzo de 2021.
Nuevo misil balístico
Este domingo, los Guardianes de la Revolución (ejército de élite del régimen), también dieron a conocer un misil balístico de corto alcance, que, sería propulsado por un reactor de “nueva generación”, concebido para poner satélites en órbita.
“Los logros (…) desvelados en el día de hoy son nuestra clave para acceder al espacio”, declaró el general Hosein Salami, comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, al presentar el misil y el nuevo reactor, equipado con una “tobera móvil”, que le permite una mayor “maniobrabilidad más allá de la atmósfera”.
“En enero de 2019, Teherán anunció el fracaso de poner en órbita a su satélite Payam (“Mensaje”), destinado a recopilar datos medioambientales, según las autoridades.
Este domingo, respondiendo a un tuit que preguntaba qué haría Irán en caso de fallar el lanzamiento de Zafar, el ministro Jahromi destacó: “¡Lo intentaremos nuevamente!”.
El lanzamiento de Zafar tuvo lugar dos días antes del 41º aniversario de la Revolución Islámica, y casi dos semanas antes de unas elecciones legislativas que se revelan cruciales.