El exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, insistió el 27 de junio que “no funciona” la idea de que se hagan elecciones anticipadas en Venezuela para solucionar la crisis que hay en la nación sudamericana, así como tampoco se mostró a favor de que se produzca una intervención militar extranjera.
Para Insulza, la única forma en la que Venezuela pueda salir adelante es que se impulse un “gobierno de transición” para recuperar al país.
“El problema de Venezuela es que es un país completamente desarticulado. Seguir pidiendo elecciones en dos meses, que renuncie Maduro y (después) hacemos otra elección por dos meses más, no funciona”, afirmó durante un evento en la Casa de América en Madrid.
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A su juicio, Maduro “no admite” que hay una crisis en el país porque “hace de cuenta que no pasa nada”, pese a que la economía está “completamente destruida”. Por otro lado, subrayó que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado de Venezuela el 23 de enero, “no se puede hacer cargo de nada” por el momento, según recogió EFE.
Por eso, argumentó que Latinoamérica debe encontrar una solución “sin tomar bandera, como lo ha hecho el Grupo de Lima”, sin buscar “líderes providenciales” en Venezuela y sin una salida electoral o forzada del actual gobernante, necesariamente.
“Se busca una negociación seria para resolver la crisis de Venezuela. Pero es difícil hacerlo con Maduro, que promete y no cumple. El fin puede ser que se vaya Maduro, pero no el principio”, declaró.
Considera que el “gobierno de transición” debe pasar por la “única salida” de las conversaciones que se llevan a cabo en Noruega, donde delegados de Maduro y Guaidó iniciaron conversaciones mayo.
Por su parte Benedicte Bull, directora de la Red Noruega de Investigación sobre América Latina, expuso que su país está jugando “un papel facilitador”, pero que se trata de un “proceso previo” de una negociación y de “preconversaciones para establecer una agenda”.
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La académica coincidió con Insulza en que vencer a Maduro por la vía electoral “ahora es imposible” y que los venezolanos quieren un diálogo aunque no haya una “salida pronta”.
“Coincido en que si uno organizara elecciones en Venezuela mañana, sin primero renovar el Consejo Electoral, sin restablecer la confianza en todo el sistema electoral, sería un fracaso”, opinó.
La investigadora explicó que las conversaciones se han llevado en secreto, por lo que el Gobierno noruego ha evitado detallar su avance.
Defendió la neutralidad de su país, pues no tiene “mayores intereses políticos” o “económicos” en Venezuela, y argumentó que el diálogo no se contrapone a otras estrategias paralelas, como la imposición de sanciones individuales.
Crisis migratoria
José Miguel Insulza criticó la decisión del presidente chileno, Sebastián Piñera, de ofrecer una visa especial a migrantes venezolanos en un momento en que el país no está preparado institucionalmente para recibir un flujo intenso de futuros residentes.
“Asumimos la responsabilidad, sin agrandar las instituciones que tienen que llevarlas adelante. Desgraciadamente, éramos el país con menor migración de la América del Sur, con una institucionalidad muy pequeña para procesar visas, trámites, nacionalidades. Eso no ha crecido, sino que está completamente colapsado”, dijo Insulza a Efe tras un evento en la Casa de América en Madrid.
En 2018, Piñera había ofrecido la “visa de responsabilidad democrática”, o “vista humanitaria”, a ciudadanos venezolanos que buscan radicarse en Chile.
“¿Cómo podemos quejarnos de que lleguen miles de venezolanos a la puerta de Chile, si somos nosotros los que las hemos dado (las visas de responsabilidad democrática)?”, apuntó.
Sugirió un sistema de identificación personal que pueda verificar la situación de los migrantes que están en el país “sin papeles”, y advirtió de que en Chile hay “una cantidad enorme” de venezolanos, por lo que “alguien tiene que empezar” a solucionar eso.
La perspectiva, según Insulza, es que Chile enfrente más desafíos en el tema de la migración, a medida que otros países de la región, como Colombia, Perú y Ecuador, lleguen a un punto de saturación, según dijo a EFE.