El periodista especializado en criminalística, Javier Ignacio Mayorca, explicó en el programa Actualidad en 30 minutos la noche del 10 de julio que la medida de “inhumación controlada” del cuerpo del capitán Rafael Acosta Arévalo, quien murió mientras estaba en custodia de los cuerpos de seguridad venezolanos, estaría sustentada en la Ley de Servicios Funerarios, pero genera “muchas sospechas porque no hay evidencias claras que esos restos que están enterrados en una parcela del Cementerio del Este sean efectivamente los del capitán de corbeta”.
Hizo la salvedad de que si existen dudas de si el cuerpo que está inhumado en el mencionado camposanto sea Acosta Arévalo, existen tratados internacionales como el protocolo de Minnesota, que permite la conformación de una comisión independiente a los poderes de un país que pueda investigar a un Estado. Al conocer esto, la administración de Nicolás Maduro ofrece presuntos culpables para evitar más responsabilidades.
“Cuando el tiempo pasa, la evidencia huye”, es el aforismo usado por Mayorca para indicar que mientras pase el tiempo sin corroborar si realmente es el cuerpo del capitán Acosta Arévalo porque se pierde las huellas que permite su identificación.
“Si hay una presunción de que no es el cuerpo del capitán, hay que iniciar una búsqueda y abrir unas líneas de investigación y en este momento no se ve el músculo institucional para llevarlo adelante”.