El vicario administrativo de la Arquidiócesis de Bogotá, monseñor Rafael Cotrino, consideró necesario que tanto el Gobierno del presidente Iván Duque como los líderes del paro nacional deben dejar de lado la “soberbia” y sentarse a dialogar.
“Diría que todos necesitan una buena dosis de humildad. Está todo el mundo un poco soberbio y la soberbia no es buena consejera. La humildad nos ayuda a que miremos realmente lo que somos, cómo estamos y qué podemos hacer porque no solamente requerimos que presenten las necesidades más urgentes sino también tener en cuenta como país qué podemos hacer”, explicó el prelado.
Así se expresó al referirse a las protestas contra el Gobierno del presidente Duque, quien atraviesa momentos difíciles por el estallido social que le pide cambio de rumbo y que no haga reformas que vayan contra la clase trabajadora y los menos favorecidos.
Los sindicatos rechazan enfáticamente las reformas laboral, tributaria y del régimen de pensiones que aseguran prepara el Gobierno, así como un plan de privatizaciones y la falta de compromiso con el acuerdo de paz con las FARC, entre otras causas.
También critican la propuesta de “Conversación Nacional” a la que convocó Duque la semana pasada porque consideran que ese diálogo no cumple con los requisitos de ser “incluyente, democrático y eficaz”.
DEJAR LOS PRIVILEGIOS
Monseñor Cotrino consideró que para lograr cerrar las enormes brechas de desigualdad que hay en Colombia es necesario renunciar a algunos privilegios.
“Todos tenemos que renunciar a ciertos privilegios si queremos que la condición social de los más frágiles se mejore, pero eso no lo veo”, indicó Cotrino.
Asimismo, aseguró que que tiene la sensación de “estamos queriendo mantener ciertos privilegios y volverlos intocables y entonces si todos no aportamos no va a ser fácil”.
Para el alto prelado de la Iglesia católica si se quiere avanzar como país es necesario tener “una visión del bien común” porque si cada sector pretende ser el principal no habrá mejoría en ningún lado.
“Si cada sector quiere lo suyo va a ser muy difícil. Los muchachos quieren más y más recursos y mejor educación, pero también los otros necesitan salud y los otros colombianos necesitan vivienda, y otros colombianos necesitan la posibilidad de tener tierra”, explicó monseñor Cotrino.
Además agregó que “Si cada sector piensa solo en sí y cree que es más fuerte, por a o por b motivo, tiene el derecho de quedarse con la mayor parte del porqué no estamos haciendo mucho sino (que) estamos realmente manteniendo las mismas desigualdades sin tratar de disminuirlas”.
El viernes las protestas recibieron en Bogotá el apoyo de un grupo de indígenas que clamaron por el cese de la violencia en la novena jornada de manifestaciones, la más pacífica y menos concurrida.
Unos 150 indígenas recorrieron la ciudad en una chiva, autobús típico de las zonas rurales de Colombia, en el que incluso se subieron al techo y alzaron la bandera roja y verde del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), la organización con mayor representación.
Las manifestaciones del paro nacional en Colombia han completado una semana sin que los sectores promotores de las protestas y el gobierno hayan encontrado un camino o hoja de ruta que les permita discutir y dialogar sobre los temas que le preocupan a la sociedad.
A pesar de que el presidente Iván Duque inició una “Conversación Nacional” con el objetivo de dialogar con varios sectores de la sociedad, el mecanismo no ha sido bien visto por los promotores del paro quienes han pedido un diálogo directo con el gobierno para discutir los temas que han promovido las movilizaciones.