Londres y Cambridge rindieron este lunes un emotivo homenaje a las víctimas del atentado ocurrido el pasado viernes en el que murieron dos personas.
Durante una ceremonia cerca del lugar donde ocurrieron los hechos, el laborista Sadiq Khan, primer alcalde musulmán de Londres, afirmó: “El mejor modo de vencer este odio no es enfrentándonos unos a otros sino concentrándonos en los valores que nos unen”.
El mandatario local recordó a las dos víctimas mortales del ataque: Jack Merritt, de 25 años, y Saskia Jones, de 23, quienes fueron apuñaladas junto a otras tres personas por un convicto en libertad condicional: Usman Khan, cuando participaban en un acto sobre la reinserción de los presos.
Tres días después del atentado que conmocionó al país en plena campaña electoral, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, el alcalde, junto al primer ministro Boris Johnson, al líder de la oposición Jeremy Corbyn y miembros de los servicios de emergencias, llevaron a cabo un minuto de silencio, en honor a las víctimas.
Khan llamó también a “sacar esperanza del heroísmo de londinenses de a pie y los servicios de socorro que corrieron hacia el peligro, arriesgando sus vidas para ayudar a gente que ni conocían”.
Vestido con un falso chaleco de explosivos y armado con un gran cuchillo, Usaman Khan había sido inmovilizado por un grupo de viandantes sobre una acera del Puente de Londres antes de ser abatido por la policía.
Condenado en 2012 a 16 años de cárcel por haber planeado, junto a otros yihadistas, un atentado en el centro de la capital británica inspirado por Al Qaeda, el hombre, de 28 años, obtuvo el año pasado una liberación anticipada.
Y el viernes participaba en un programa organizado en Londres por el instituto de criminología de la Universidad de Cambridge que pone a estudiantes en relación con presos para ayudar a su rehabilitación.
Allí apuñaló a cinco personas antes de emprender una fuga por las calles, mientras era buscado por la policía.
“Ayudar a los demás”
En Cambridge también se organizó un homenaje y un minuto de silencio por la víctimas. La novia de Merritt, Leanne O’Brien, rompió en llanto abrazada a su familia.
“Desde muy temprana edad”, las dos víctimas “optaron por dedicarse a ayudar a los demás”, subrayó Khan.
“Generosa hasta el punto de querer siempre ver lo mejor de cada uno”, Jones había presentando recientemente su candidatura para entrar en la policía, explicó su familia. Quería “especializarse en el apoyo a los víctimas”, precisó.
Por su parte, Merritt “creía en la redención y en la rehabilitación, no en la venganza, y siempre defendía a los más débiles”, afirmaron sus allegados.
Jack “no habría querido que este acontecimiento terrible y aislado fuese utilizado como pretexto por el gobierno para introducir penas más draconianas” o “para mantener a la gente en la cárcel más tiempo del necesario”, aseguraron.
Palabras que resonaron tras las del primer ministro conservador, Boris Johnson, quien en plena campaña para las legislativas del 12 de diciembre prometió un cumplimiento más largo de penas y el fin de las excarcelaciones condicionales para los condenados por actos terroristas.
En lo inmediato, Johnson anunció la revisión de “unos 74 casos” de condenados por terrorismo que se beneficiaron de una liberación anticipada, una medida que llevó poco después a la detención de un hombre de 34 años en Stoke-on-Trent, en el centro del país.
Identificado por la prensa como Nazam Hussain, condenado en 2012 junto a Usman Khan, este hombre es “sospechoso de preparar actos terroristas” y de haber “violado las condiciones de su liberación”, afirmó la policía. Sin embargo, “nada hace pensar que estuvo implicado” en el atentado del Puente de Londres y no suponía “un riesgo inmediato por la seguridad del público”, precisó.
Cerrado durante tres días, el puente, uno de los principales de la ciudad, volvió a abrir el lunes bajo una fuerte vigilancia.
“Ves la presencia de la policía y te tranquiliza un poco, pero es obvio que seguimos teniendo en mente lo que puede pasar”, dijo a la AFP James Myers, de camino a su trabajo en una oficina del centro. El puente “está tan transitado como siempre, así que obviamente la gente no desalienta”.
América Digital/AFP