El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien se juramentó el 23 de enero como presidente encargado de Venezuela, manifestó que “siempre ha sido parte del riesgo enfrentar una dictadura”, luego de que en el programa En Conexión de César Miguel Rondón se le preguntara sobre las acusaciones del ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, en su contra del 26 de junio sobre un plan para derrocar a Maduro.
Guaidó subrayó que la administración de Nicolás Maduro carece de respaldo, de apoyo “y que será el cuento de magnicidio número 78 que genera el régimen”, por lo que dijo que siempre existe un riesgo el cual “no minimizamos nunca”, ya que el Ejecutivo utiliza “todo el aparataje del Estado y presión a los medios para comunicar mentiras”.
Por ello, exhortó a la ciudadanía a usar las redes sociales -que es según su opinión el único medio por donde es transmitida sus ideas- de forma responsable y difundir informaciones verificadas.
Respecto al fallido alzamiento militar del 30 de abril y su relación con el líder político Leopoldo López, dejó claro que su responsabilidad es ser el presidente de la Asamblea Nacional y que es autónomo, por lo que velar por la ciudadanía es su principal objetivo, mientras indicó que López el coodinador del partido Voluntad Popular.
“Cada uno hoy tiene el rol de aporte en este proceso y mi deber es con todos los venezolanos para llegar a una transición y elecciones libres, después del cese de la usurpación”, dijo.
Recalcó que para el llamado “quiebre” puede ser “en cualquier momento”, aunque alertó que el tiempo juega en contra de los venezolanos. Manifestó que existen todos los elementos para hacer posible la salida de Maduro del poder y empezar la reconstrucción del país aunque dijo que “el único enemigo que tenemos es la desesperanza”.
Por otro lado, se refirió a los señalamientos del expresidente del gobierno español, Felipe González, sobre las conversaciones en Noruega. Dijo el exmandatario que los derechos no se negocian, solamente pueden ser exigidos. Asimismo, expresó que realizar un Día D sería una catástrofe.
A lo que Juan Guaidó respondió que realizar un día D generaría frustración. “Están construyendo una nueva ruta para quitarle más apoyo nacional e internacional a la administración de Nicolás Maduro”, aseguró.
Asimismo, resaltó que las conversaciones en Oslo son para llegar a la tríada de su campaña. Adicional a ello, rescató que lo único que buscan es salir de la crisis en la que está inmersa el país. Guaidó aseguró que estas mediaciones es un mecanismo para restaurar a Venezuela.
Con base en las declaraciones del secretario general de la OEA, Luis Almagro, sobre la imagen que Guaidó proyecta, éste expresó que las encuestas colocan a la administración de Maduro en su peor punto. Destacó que solo quieren desviar la atención de lo verdaderamente importante. “Queremos agitar cada rincón del país”, exclamó.
Ante la disyuntiva si hay una solución plausible ante la eventual salida de Nicolás Maduro del poder, el presidente del Parlamento dejó claro que “no hay una forma mágica para salir de una dictadura”. Según sus declaraciones, es necesario vincular todas las alternativas posibles para salir de este problema.