Desde la prisión en España, Hugo “el pollo” Carvajal, el exjefe de la Contrainteligencia Militar venezolana (DGCIM), en el gobierno de Hugo Chávez, reveló “secretos” del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, a manera de “respuesta vengativa”, por haber dicho en la polémica entrevista al periodista de Univisión, Jorge Ramos, que fue “botado por su mala conducta”.
A través de una carta dirigida a Maduro, a quien calificó como “dictador mitómano”, Carvajal lo señala de “ser un devoto santero seguidor de Sai Baba y quien sabe de qué otra religión. Supongo que de alguna manera debes canalizar en tu interior las atrocidades que has cometido contra el pueblo de Venezuela”.
Añade que “la gente debería saber que tus sacrificios religiosos en Cuba los pagaba tu ministro de Finanzas, que en al menos una oportunidad te envió un maletín 500.000 dólares en efectivo a La Habana en un avión de Pdvsa”.
Carvajal desmintió tal afirmación y recordó que Maduro asumió la presidencia el 19 de abril de 2013 y “el 24, según Gaceta Oficial, ya habías firmado mi designación”.
“No solo eso, sino que inmediatamente después de mi salida de la DGCIM, en enero de 2014, me nombraste Cónsul General de Aruba, que fue mi último cargo en el ejecutivo antes de ser electo diputado de la legitima Asamblea Nacional en el 2015″, reza la misiva.
En la entrevista que fue confiscada al periodista y escritor mexicano-estadounidense por funcionarios de Maduro, y posteriormente recuperada por una fuente de “dentro de Miraflores”, Ramos insiste sobre Carvajal:
“Hablemos de los muertos que le están achacando señor Maduro, él (Carvajal) le dice a usted: Has asesinado a cientos de jóvenes en las calles por reclamar los derechos que le robaste, eso sin contar a los fallecidos por la falta de medicinas y seguridad”.
A lo que Maduro respondió:
“Hugo Carvajal acusado por ustedes de ser un torturador, un narcotraficante perseguido por la justicia estadounidense tiene la credibilidad para acusar a este presidente obrero de esas barbariedades que él dice (…) Nadie puede acusarme a mí de delitos que jamás he cometido. Yo soy un hombre apegado a valores espirituales y cristianos”.
En su carta, Carvajal desestima el adjetivo de “obrero” que el mandatario venezolano se endilgó apenas asumió la presidencia de la República, “tú tienes de obrero lo que tu gobierno de legítimo. Jamás en tu vida fuiste obrero, no fuiste más que un mediocre sindicalista (…) Yo fui nombrado director del DIM en 2004, buscaste acercarte a mi por mi cercanía a Chávez”.