La policía de Perú arrestó este sábado a Verónica Andreina Montoya Araujo, una ciudadana venezolana de 25 años presuntamente relacionada con el doble asesinato de un venezolano y un peruano cuyos cuerpos aparecieron el pasado lunes descuartizados en distintas partes de Lima.
Montoya está está requerida por la Justicia de Bolivia también por asesinato en ese país, informó este sábado la agencia EFE.
Según el diario Perú21, la dama -también conocida por el mote de “Roxy”- es ex policía venezolana y habría ingresado a Perú con una identidad falsa.
Es solicitada por las autoridades de su país por un crimen cometido en 2018 y en la actualidad, está relacionada con una red de proxenetismo que opera al norte de la capital peruana.
La detención de Montoya es la segunda detención relacionada con el caso en Lima tras la captura de su compatriota Alexander Salazar, que ejercía de conserje del hostal del distrito limeño de San Martín de Porres donde ocurrieron los hechos.
Los agentes de seguridad detuvieron a la venezolana, luego de revisar las cámaras de seguridad del hostal, donde se aprecia a los implicados sacar la partes ya cercenadas de sus víctimas en diversas bolsas.
A partir de esas grabaciones, los agentes han concluido que al menos otros cinco venezolanos, entre ellos tres hombres y dos mujeres, están implicados y son buscados por su presunta participación en las muertes del venezolano Rubén Matamoros y del peruano Jafet Torrico.
El pasado viernes, el taxista que trasladó a los presuntos asesinos para deshacerse de los restos de sus víctimas hizo la recreación de la ruta que tomaron por distintas partes de Lima.
A pesar de que la Fiscalía pidió su detención, el juez a cargo de tutelar la investigación lo dejó en libertad al entender que no hay pruebas de que el taxista supiese el contenido de las bolsas que trasladaban sus clientes.
De momento el principal motivo que maneja la Policía para explicar las dos muertes es el de la venganza o un posible ajuste de cuentas, según indicó el diario El Comercio.
El descuartizado de nacionalidad venezolana había sido deportado de Perú a Venezuela en uno de los vuelos fletados por el Gobierno peruano para expulsar a venezolanos que ocultaron antecedentes penales para obtener el permiso de residencia, pero regresó a la nación peruana ilegalmente para reunirse con su familia, que también está en la capital peruana.
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Advertidos por esa circunstancia, la Policía realizó en la zona del hostal donde se produjeron las muertes una redada para identificar a venezolanos que se encuentren en las mismas circunstancias irregulares en que estaba Matamoros.
Tras revisar la documentación de 150 venezolanos en el área conocida como Fiori, encontraron a diez de ellos que presuntamente habían infringido la Ley de Extranjería.