El representante de EEUU para Venezuela, Elliott Abrams, solicitó este lunes a la Unión Europea que imponga nuevas sanciones a la administración de Nicolás Maduro y consideró que las reticencias europeas a adoptar esas medidas “no han ayudado” a las negociaciones entre el Ejecutivo venezolano y la oposición del país latinoamericano auspiciadas por Noruega.
“Esperamos que la UE hará rápido aquello sobre lo que ha estado hablando, que es imponer sanciones personales adicionales”, declaró durante una conferencia organizada por el centro de estudios German Marshall Fund en Bruselas, donde se reúne con funcionarios comunitarios.
Abrams se mostró esperanzado en que de ese modo “el impacto psicológico, político y personal” sobre el régimen contribuya a “un regreso pacífico y negociado a la democracia y la prosperidad” en Venezuela.
Calificó de “error de cálculo” el hecho del rechazo por parte de los Veintiocho de aprobar medidas punitivas adicionales y recordó que la UE no impondrá nuevas sanciones mientras perduren las negociaciones auspiciadas por Noruega, pero que si fracasan sí lo hará.
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“¿Por qué no imponerlas ahora con la esperanza de que esa presión adicional empuje al régimen hacia un compromiso?”, se preguntó, e insistió en que las reticencias del club comunitario “no han sido de ayuda” en la negociación, señaló EFE.
De hecho, subrayó que desde su perspectiva, nuevas sanciones “hacen más probable” el éxito en las conversaciones entre Gobierno y oposición.
El diplomático estadounidense aseguró que un número de personas vinculadas al régimen de Maduro superior a los dieciocho individuos ya castigados por la UE “están usando Europa como una especie de complejo turístico”.
“Envían a sus familias aquí, sus esposas, sus amantes, sus hijos, sus cuentas bancarias están aquí… Tenemos informaciones reiteradas sobre las mansiones que compran, las salidas a discotecas de sus hijos adolescentes. Eso no debería estar pasando”, comentó.
Preguntado por si espera un cambio en la política de la UE sobre Venezuela con el próximo jefe de la diplomacia comunitaria y actual ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, quien en mayo criticó que Washington actuara como “un cowboy” en la crisis venezolana, Abrams respondió que aún no ha conocido al político español, pero manifestó su deseo de trabajar con él.
Recordó que Estados Unidos ya rechazó el término “cowboy” y que lo consideró “una declaración poco útil”.
Sobre las informaciones aparecidas en la prensa relativas a diferentes contactos entre la Casa Blanca y funcionarios de la administración de Maduro, reconoció que Washington habla con el régimen, si bien explicó que esos intercambios no implican que haya una negociación en marcha entre ambas partes.
“Hay una negociación y es la auspiciada por Noruega”, sentenció.
Añadió que el resultado final debe ser la sustitución de Maduro por un Ejecutivo de transición y la convocatoria de elecciones “libres”. También calificó de “ridícula” la idea de que Maduro organice esos comicios.