El representante de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, que se encuentra en Lima para participar en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, considera que que existe un “balance positivo” tras seis meses de gestión de Juan Guaidó como presidente encargado de la nación sudamericana.
En entrevista concedida al diario El Comercio, Abrams considera que la presión generada por la comunidad internacional, acentuada tras la publicación del “Informe Bachelet” a principios de julio de 2019, provocó que la administración de Nicolás Maduro aceptara a asistir a las conversaciones propuestas en Noruega. “Eso es un símbolo del reconocimiento de sus problemas”.
Sin embargo, es de la opinión de que existe un “régimen dividido” en Venezuela, confirmado por informaciones de sus servicios de inteligencia y cree que hay la oportunidad de que exista que se acepte un acuerdo por parte del chavismo que negocia en Barbados.
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Manifestó que una de sus sugerencias fue que se incluyera en la mesa de negociación al Ejército venezolano para que también ayuden a buscar una salida a la crisis en Venezuela. De igual forma, dijo que quieren rescatar las “fuertes relaciones” de EEUU con la Fuerza Armada Nacional que se tuvo en el pasado.
Reconoció que existe un grado de “frustración universal” por el fallido alzamiento militar del 30 de abril y acotó que el cambio en el país a un plazo cercano es “complicado”, pero cree que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, es el líder de una oposición cohesionada.
Ante la pregunta de la preferencia de ayudar a los venezolanos y rechace la migración centroamericana, Elliott Abrams aseveró que lo que quieren es “ayudar en un desarrollo político y socioeconómico en Venezuela y América Central. Estamos intentando negociar medidas”.
Subrayó que la opción militar continúa “sobre la mesa” pero por los momentos trabajan en otros mecanismos, aunque dio a entender que si llegara a pasar sería algo imprevisto.
Confía en que tarde o temprano se verá un colapso de la administración de Nicolás Maduro porque “cada vez está más débil”.
“Nuestras sanciones, y habrán más, son más y más fuertes. El dinero disponible para el régimen es cada vez menor. No dudo absolutamente que vamos hacia una Venezuela libre. No sé cuándo exactamente pero creo que no está lejos”.