El exsenador centroderechista Luis Lacalle Pou lidera las elecciones presidenciales de Uruguay tras el balotaje de este domingo ante el oficialista Daniel Martínez (izquierda), pero los uruguayos deberán esperar a un recuento de votos para conocer el resultado definitivo de una ajustada votación.
La Corte Electoral “no va a dar un ganador”, explicó este domingo el presidente del organismo, José Arocena, a la AFP. La razón es que existe un cúmulo de votos “observados” o dudosos que supera en cantidad a la diferencia de sufragios emitidos para cada candidato.
El recuento o “escrutinio secundario”, norma en los comicios uruguayos, comenzará el martes, puede durar dos o tres días, y se convierte en esta ocasión en definitorio de la elección.
Lacalle Pou, de 46 años, obtuvo cerca de 30.000 votos más que Daniel Martínez, de 62 años, mucho menos de lo pronosticado por los sondeos antes de los comicios.
Escrutado casi el 99% de los sufragios, la Corte Electoral da unos 1,15 millones de votos para Lacalle Pou y 1,12 millones para Martínez. Los votos “observados” suman unos 35.000 y tendrían que volcarse en su enorme mayoría al Frente Amplio para revertir el resultado del primer escrutinio a favor de Lacalle Pou.
“Irreversible”
“Hay formas de aceptar los resultados. (…) Formalmente lo sabremos en pocos días. Lamentablemente el candidato del gobierno no nos ha llamado ni ha reconocido el resultado que desde nuestro punto de vista es irreversible”, dijo Lacalle Pou en un discurso pronunciado tras conocerse la decisión del organismo electoral, en el que fustigó a su oponente por no concederle la victoria.
“Además de gobernar un país, queremos tener una sociedad de paz y una sociedad unida, y lo que menos podemos hacerle es darle manija (provocar)”, expresó al pedir paciencia y prudencia a sus partidarios.
Lacalle Pou sostuvo que el presidente saliente, Tabaré Vázquez, le llamó, a diferencia de su contrincante Martínez.
“El presidente, como nosotros, nos vamos a atener a lo que dentro de pocos días la Corte diga, que la ‘coalición multicolor’ ganó la elección del 24 de noviembre”, añadió el líder del Partido Nacional, que encabeza una coalición o alianza electoral opositora.
Abajo pero con sabor a victoria
Martínez, que fue el primero en hablar, hizo un encendido discurso en el que no quiso darse por derrotado y dijo ante sus partidarios que aún quedaban “algunos votos por contar” y que habría que “esperar todavía para saber el resultado final”.
En medio de festejos por su fuerte remontada respecto a lo que vaticinaban las encuestas tras la primera vuelta electoral del 27 de octubre, Martínez llamó en tono conciliador a “buscar los entendimientos y las construcciones que permitan pensar en un solo país, en un solo Uruguay, gobernar para la gente” y evitar “cualquier forma de provocación, de enfrentamiento”.
¿Cambio de rumbo?
En una región que ha visto el ascenso de la ultraderecha en Brasil y la vuelta de la izquierda en Argentina, Uruguay daría un viraje si se confirman los resultados, luego de tres mandatos consecutivos del Frente Amplio, una coalición de partidos de izquierda que reúne a socialistas, comunistas, exguerrilleros y ortodoxos económicos.
Tras la primera vuelta de octubre, Lacalle Pou, del Partido Nacional, logró reunir en una alianza a todo el arco opositor, incluidos el liberal Partido Colorado, el derechista Cabildo Abierto, liderado por el excomandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, o el socialdemócrata Partido Independiente.
En tanto el Frente Amplio corrió sin socios para este balotaje.
15 años de izquierda
Uruguay formó parte de un grupo de países que viró hacia administraciones de izquierda en la década pasada, cuando gobernaron Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, Luis Inácio Lula da Silva en Brasil, o Rafael Correa en Ecuador.
Muy cercano al chavismo venezolano, el Frente Amplio llegó al gobierno de la mano de Vázquez, continuó con José Mujica en 2010, y volvió a Vázquez en 2015.
En sus 15 años de poder, la coalición izquierdista aprobó el aborto en 2012, y el matrimonio homosexual y la legalización de la marihuana en 2013.
El Frente Amplio ha tenido que lidiar en los últimos tiempos con un desempleo del 9,5%, una economía estancada con un persistente déficit fiscal del 4,9% del PIB, y un aumento del 45% en el número de homicidios entre 2017 y 2018, en un país considerado seguro en el contexto latinoamericano.
El próximo presidente, que se conocerá esta semana, asumirá el primero de marzo de 2020 para un mandato de cinco años.