Un informe de la DEA (Administración para el Control de Drogas americana) detalla cómo el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, reunió en 2005 en su residencia oficial a los responsables de Inteligencia del país para ordenarles “combatir a EEUU inundándolo de cocaína”.
Una publicación exclusiva del diario El Mundo revela que uno de los asistentes a dicho encuentro fue Hugo Carvajal, alias El Pollo, exjefe de la Inteligencia Militar venezolana, actualmente detenido en España acusado de narcotráfico y que se encuentra encarcelado en estos momentos en la prisión de Estremera.
También acudieron el general Henry de Jesús Rangel Silva, entonces jefe de una agencia de Inteligencia venezolana conocida como Disip y actual gobernador de Trujillo; Diosdado Cabello, en ese momento gobernador de Miranda; y Tareck El Aissami, entonces miembro de la Asamblea Nacional de Venezuela”.
La investigación está basada en el testimonio de uno de los asistentes a esa cita, al que llaman “testigo uno”, y se trataría de “un exjuez que se desempeñó en un tribunal de Venezuela a partir de aproximadamente 2005”.
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La DEA explica que “durante la reunión Chávez instó al grupo, en sustancia y en parte, a promover objetivos políticos, incluido el de combatir a Estados Unidos inundando el país con cocaína”; les ordenó” “coordinarse” con la guerrilla colombiana de las FARC para consumar el plan.
Este grupo, según relató el citado testigo, pasó a institucionalizar las reuniones cada mes y éste asegura haber asistido al menos a cuatro de ellas. A estos encuentros secretos les sucedió, un grupo similar, del que también formaba parte Carvajal, y que “fue convocado a la casa del vicepresidente venezolano José Vicente Rangel“.
“Durante la reunión Cabello describió las rutas terrestres y marítimas de tráfico de drogas a través de Venezuela y Carvajal indicó que la cocaína sería suministrada por guerrillas colombianas, es decir, las FARC”.
En el marco de la colaboración con las FARC, Chávez impuso además que la justicia venezolana exculpara a los miembros de la guerrilla colombiana de cualquier delito en el que se viera inmersa en territorio venezolano vinculado a “asesinatos, narcóticos, secuestros, tiroteos y extorsión”.
Testigo dos
La DEA suma otro testigo: “un miembro del ejército de Venezuela asignado como seguridad para Chávez entre 2008 y 2013” que habría proporcionado la seguridad en una reunión organizada por Chávezen un rancho, a la que asistieron, entre otros, el ministro de Interior, Ramón Rodríguez Chacín y el cabecilla de las FARC Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez.
Explica que “escuchó a Márquez describir la necesidad de apoyo logístico”. Concretamente, “uniformes, barcos y computadores”. Y que, a continuación, “Chávez indicó que los fondos serían provistos a las FARC por Petróleos de Venezuela (PDVSA)”.
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Tercer testigo
El escrito que publicó El Mundo da cuenta que la DEA habla de un tercer testigo que “trabajó con funcionarios del gobierno venezolano entre 2008 y 2014, como consultor en relación con los grupos paramilitares en Colombia.
Según el “testigo tres”, el equipo de Carvajal le llegó a pedir asesoramiento “para encontrar más traficantes que pagaran por usar las rutas de narcotráfico establecidas por el Gobierno venezolano” e identificó a El Pollo como “el responsable de establecer las rutas de drogas a través de América del Sur”.
Desveló que “los militares venezolanos habían proporcionado misiles tierra-aire y explosivos a las FARC.
Un cuarto testigo aseguró haber asistido a reuniones en 1999 entre las FARC y Carvajal en las que la guerrilla le había pedido al jefe de la Inteligencia militar de Chávez “armas de cualquier clase”, a lo que el Gobierno de Venezuela accedió “a cambio de ayuda con los cargamentos de cocaína” proporcionándole “ametralladoras”.
El Pollo tras las rejas en España
Carvajal declaró el jueves ante la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, y se defendió asegurando al tribunal que las acusaciones que hicieron las autoridades estadounidenses son falsas y negando haber tenido contactos con la guerrilla colombiana.
“Yo en la justicia de Estados Unidos no confío”, señaló.
La representación de Carvajal pidió la denegación de la extradición alegando que se han incumplido los requisitos y principios básicos, “ni los formales ni los no formales”. Entre otros, que haya intervenido la Fiscalía Antidroga española cuando, a juicio de la defensa de El Pollo, debía haber sido la propia Fiscalía de la Audiencia Nacional, o que se practicara la detención en base a una orden internacional que no es la misma que la utilizada en el procedimiento judicial. Asimismo, subraya que la acusación se basa en el testimonio de una decena de “delincuentes confesos” que “no conocen a Carvajal”.