En un verdadero campo de batalla se convirtió la ciudad de Culiacán (México) luego de que uno de los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán fuera detenido por las autoridades, lo cual desató una grave ola de violencia y enfrentamientos con el Cartel de Sinaloa.
La situación de orden público fue tan grave que las autoridades, al parecer, tuvieron que dejar en libertad a Ovidio Guzmán, unas horas después de su captura, para evitar que este cartel tomara represalias contra la población de la ciudad.
Además, en medio de este complejo escenario se registró la fuga de cerca de 30 presos de una cárcel de la zona que se sumaron a los hombres del grupo narcotraficante.
En ese sentido, esta ciudad vivió una escena de terror tras las balaceras y la aparición de vehículos incendiados en varios lugares en donde unos hombres armados andaban circulando por las calles de la ciudad.
El Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Alfonso Durazo confirmó que una patrulla de 30 miembros de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo en sus manos a Ovidio en una vivienda de un barrio de Culiacán.
No obstante, el funcionario aclaró que el escenario fue muy complejo porque varios grupos rodearon la vivienda y atentaban a la seguridad de los uniformados.
“Varios grupos de la delincuencia rodearon la vivienda con una fuerza mayor a la de la patrulla, mientras que otros grupos causaban acciones violentas contra los ciudadanos, lo que generó una situación de pánico en Culiacán”, indicó Durazo.
En ese sentido, el secretario aseguró que tomaron la decisión de suspender el operativo con el propósito de salvaguardar la integridad de los uniformados y la seguridad de los ciudadanos.
Frente a esta situación, el Gabinete de Seguridad del Gobierno, formado por la Sedena, la Marina, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México, se trasladaron a la ciudad para seguir de cerca la situación.
Un operativo del ejército mexicano para detener a Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, dio paso a horas de enfrentamientos entre soldados y sicarios que sembraron el terror en Culiacán, Sinaloa. Por @Jacobogg https://t.co/1nUeo2v069 pic.twitter.com/dXm4zLgzpR
— EL PAÍS América (@elpais_america) October 18, 2019
Ovidio Guzmán López no es uno de los hijos más conocidos de “El Chapo”, el líder del Cartel de Sinaloa que en julio fue condenado en Estados Unidos a cadena perpetua por narcotráfico. Sin embargo, las autoridades estadounidenses lo buscan por cargos de distribución de cocaína, metanfetaminas y marihuana en ese país desde 2008 a 2018 junto a su hermano Joaquín Guzmán López.
Gobierno defiende la liberación
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que la decisión de dejar en libertad de Ovidio Guzmán, luego de ser capturado, fue tomada para evitar que la vida de las personas de la ciudad estuvieran expuestas al peligro.
“No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas. Ellos (el gabinete de seguridad) tomaron esta decisión (liberarlo) y yo la respaldé”, indicó López, quien aseguró que la situación fue muy difícil en Culiacán porque la ciudad estuvo sitiada por las balas durante varias horas.
“Se concentraron y le dieron seguimiento a ese asunto y tomaron decisiones que yo respaldo y avalo porque la situación se tornó muy difícil. Estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos y se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo porque no se trata de crear masacres”, resaltó el presidente mexicano.
A pesar de que la decisión del Gobierno y de las autoridades de Policía ha sido criticada por varios sectores, el mandatario indicó que no se “puede apagar el fuego con más fuego” y la prioridad frente a la reacción violenta de los delincuentes fue proteger la vida de las personas que estaban en la zona.
“Nosotros no queremos muertos, no queremos la guerra, cuesta trabajo entenderlo pero la estrategia que se estaba aplicando anteriormente convirtió al país en un cementerio”, señaló López haciendo referencia a los gobiernos de Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), en los que se estiman más de 250.000 muertos y más de 40.000 desaparecidos por la llamada guerra contra el narcotráfico.
Enfrentamientos, muertes, escapes de reos y mucho caos en general se ha vivido en el municipio de Culiacán, Sinaloa, derivado de la presunta detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán https://t.co/7xr7nP52Sd pic.twitter.com/ebgI3Fqihh
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) October 18, 2019
Precisamente, la Secretaría del Sistema Nacional de Seguridad Pública de México reveló que entre enero y agosto de este año el estado de Sinaloa registró 577 muertos, presentando una disminución del 22,8 % si se compara con los 747 homicidios que se presentaron en el mismo periodo del año pasado.
No obstante, lo que los expertos y varios sectores políticos han considerado con esta situación es que el Cartel de Sinaloa ha demostrado el enorme poder que mantiene a través de la células en varias regiones del país.
Finalmente, las autoridades han reportado que estos enfrentamientos en Culiacán dejaron 21 personas heridas con arma de fuego y se está tratando de establecer el número de muertos que dejó esta ofensiva del Cartel de Sinaloa.