El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que ha iniciado el proceso formal para retirarse del Acuerdo de París, el mayor pacto mundial de cambio climático en el que se establece un plan de acción para limitar el calentamiento global.
“Estados Unidos comenzó el proceso para retirarse del Acuerdo de París. Según los términos del acuerdo, Estados Unidos presentó una notificación formal de su retiro a las Naciones Unidas. El retiro entrará en efecto un año después de la entrega de la notificación”, señaló Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU.
El anuncio ya lo había hecho el presidente estadounidense Donald Trump el 1 de junio de 2017, en donde confirmó que retiraría al país de la resolución contra el cambio climático. Sin embargo, la petición no pudo formalizarse hasta este momento por temas contractuales establecidos en el acuerdo firmado en 2015.
Precisamente, el punto 28 del Acuerdo de París establece que cualquier país que haya ratificado el acuerdo, como es el caso de EE.UU., solamente podía solicitar su salida tres años después de su entrada en vigor.
Sin embargo, EE.UU. tendrá que esperar hasta el 4 de noviembre de 2020 para que su solicitud ante la ONU sea efectiva y pueda desvincularse formalmente del pacto climático.
“El presidente Trump tomó la decisión de retirarse del Acuerdo de París debido a la carga económica injusta impuesta a los trabajadores, las empresas y los contribuyentes estadounidenses por las promesas de Estados Unidos hechas en virtud del acuerdo”, defendió Pompeo.
Las implicaciones
En medio de la lucha que viene liderando el mundo por reducir las emisiones contaminantes, la salida de EE.UU. representa un reto para el planeta, ya que este país contribuye aproximadamente con el 15 % de las emisiones globales.
El Acuerdo de París contempla una de las más importantes hojas de ruta para reducir las emisiones globales y limitar el calentamiento del planeta por debajo de los 2° centígrados. En ese sentido, obliga a los países que suscribieron este pacto a reducir su contaminación y promover iniciativas que permitan hacer una transición hacia las energías y economías sostenibles.
La Tierra es nuestro único hogar. Este vídeo es un poderoso recordatorio de la necesidad urgente de emprender la #AcciónClimática.
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El jefe de Estado de EE.UU. Mike Pompeo, aseguró que su país ha reducido las emisiones y ha impulsado el acceso a energías limpias, pero rechazó que el acuerdo impida el desarrollo de las naciones imponiendo impuestos a distintos sectores productivos.
De esta forma, una vez completado el proceso de retiro, EE.UU. se unirá a Nicaragua y Siria como los únicos países no firmantes de los compromisos adoptados en París por casi 200 naciones.
Tras el anuncio del Gobierno de Trump de salir de este pacto mundial, líderes mundiales y expertos ambientalistas han condenado la decisión del mandatario estadounidense considerándola “insensata” y un “fracaso” en el liderazgo global.
“Donald Trump es el peor presidente de la historia para nuestro clima y para nuestro aire y agua limpios. Su decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París será considerada un error histórico por mucho tiempo después de que Trump deje el puesto”, indicó Michael Brune, director ejecutivo del organismo ambientalista Sierra Club.
Pompeo señaló que las emisiones netas de gases de efecto invernadero en Estados Unidos disminuyeron un 13 % entre los años 2005 y 2017. Sin embargo, la Administración de Información sobre Energía reveló que en el 2018 las emisiones de dióxido de carbono aumentaron un 2,7 % debido a fenómenos climáticos extremos y la economía.
Reacciones globales
Los expertos estaban temiendo un efecto “dominó” con la salida de EE.UU. del Acuerdo de París haciendo que varias naciones del planeta optaran por este camino, lo cual condenaría al planeta a mayores efectos devastadores del cambio climático.
Sin embargo, importantes naciones como España, Alemania, Rusia, la Unión Europea, Chile, ente otras, han lamentado la salida de EE.UU. de este acuerdo y han insistido en la necesidad de trabajar conjuntamente y a nivel global por reducir las emisiones contaminantes.
El comisario europeo de Acción Climática, Miguel Arias Cañete, aseguró que pese a esa decisión, la Unión Europea seguirá trabajando con las entidades y empresas estadounidenses que estén comprometidas con la crisis climática.
“El Acuerdo de París tiene bases sólidas y ha llegado para quedarse. La UE, con nuestros socios, está lista para fortalecer la cooperación con todas las partes para implementarla. Continuaremos trabajando con partes interesadas y entidades en los EEUU que siguen comprometidas con la acción climática ambiciosa”, Arias Cañete.
Por su parte, el portavoz presidencial de Rusia, Dmitri Peskov, fue menos optimista e indicó que el anuncio de Estados Unidos “socava” la eficacia del pacto mundial contra el cambio climático.
“Sin lugar a dudas esto socavará el acuerdo, porque se trata del país que encabeza la lista de mayores emisores de gases de invernadero. Está claro que resultará muy, muy difícil hablar de un acuerdo climático sin la participación de la mayor economía del mundo”, señaló Peskov.
Lo cierto es que la medida de abandono tomada por Trump no es irrevocable, por lo que un nuevo presidente estadounidense podría volver a sumarse al Acuerdo de París en un proceso que tardaría unos treinta días luego de la solicitud formal.
Precisamente, los estadounidenses acudirán a las urnas en 2020 para decidir si reeligen a Donald Trump como presidente o le dan un giro político a su país, un escenario que abriría la posibilidad para que la nación norteamericana pueda regresar el Acuerdo de París en 2021.
Estados Unidos y China son los dos principales países emisores de CO2, el primero de ellos en emisiones per cápita; y el segundo, en términos absolutos.
Los científicos han explicado que los efectos del cambio climático ya se viene sintiendo en varios sectores y regiones de EEUU, afectando a la salud, vivienda y medios de subsistencia de millones de estadounidenses.
A pesar de que Trump cumplió con su promesa de sacar al país del pacto global climático, varios sectores políticos y productivos, incluso el de los combustibles, han rechazado esta medida y han confirmado que seguirán haciendo esfuerzos por reducir sus emisiones y establecer procesos que les permita ser más sostenibles ambientalmente.