El presidente de EE.UU., Donald Trump, presumió este martes de la buena salud de la economía al inicio de su tercer discurso sobre el Estado de la Unión, último de su primer mandato.
“Hace tres años, iniciamos el gran retorno de Estados Unidos”, arrancó Trump, con un discurso lleno de reproches al Gobierno de Barack Obama (2009-2017) -al que no mencionó- y que entusiasmó a los republicanos, pero no gustó a los demócratas.
“Los años de decadencia económica han terminado. Los días en los que usaban a nuestro país, se aprovechaban de él, e incluso era despreciado por otras naciones, ha quedado atrás”, dijo el mandatario estadounidense.
“Si no hubiésemos revertido las políticas económicas fallidas del Gobierno anterior, el mundo ahora no estaría viendo este gran éxito económico”, agregó el presidente, un comentario que provocó los abucheos de algunos demócratas.
Trump presumió de creación de empleo, de bajadas de impuestos y de “luchar por acuerdos comerciales justos y recíprocos”.
“Nuestra agenda es implacablemente protrabajadores, profamilia, procrecimiento y, sobre todo, proestadounidense”, dijo.
“Increíblemente, la tasa media de desempleo bajo mi Gobierno es menor que bajo cualquier otra Administración en la historia de nuestro país”, dijo Trump, quien afirmó que la bonanza económica es un “boom” de la clase obrera.
En contraste con la importancia que le dio a la economía, Trump pasó casi por encima del comercio, uno de los pilares de su Gobierno.
“Prometí a nuestros ciudadanos que impondría aranceles a China para confrontar el robo masivo de trabajos estadounidenses. Nuestra estrategia ha funcionado”, proclamó Trump.
Y es que tras casi 18 meses de guerra comercial y la consiguiente escalada de aranceles, Trump selló en diciembre una tregua parcial con Pekín que incluye la retirada de algunos gravámenes y el aumento de las compras chinas de productos estadounidenses.
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Presumió además de haber culminado la sustitución del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, en inglés) con México y Canadá de la era de Bill Clinton por el renegociado T-MEC.
“Muchos políticos vinieron y se fueron, con la promesa de cambiar o reemplazar el TLCAN, pero al final no hicieron absolutamente nada. Pero al contrario que muchos otros que vinieron antes que yo, yo cumplo mis promesas”, sentenció.