El candidato oficialista Daniel Martínez y el opositor Luis Lacalle Pou disputarán una segunda vuelta presidencial en Uruguay para definir quién de los dos será el próximo presidente del país, tras los resultados parciales de las elecciones de este domingo.
De acuerdo con las cifras reportadas, Martínez, de la coalición de izquierda (Frente Amplio), habría obtenido entre 38 % y 40 % de la votación, mientras que Lacalle Pou habría obtenido entre 29 % y 30% de los sufragios.
En tercer lugar estaría el candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi, con un porcentaje de votos de entre 12 % y 13 %, mientras que en la cuarta casilla estaría el candidato del derechista partido Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, con entre 10 % y 11 %.
En ese sentido, la tendencia situaría como favorito para la segunda vuelta a Lacalle Pou, ya que tanto Talvi como Manini Ríos ya habían anticipado su voluntad de apoyar a quien compitiera contra el candidato oficialista del Frente Amplio.
Por su parte, Martínez celebró que el Frente Amplio sea el partido más votado e intentó inyectar optimismo a sus seguidores señalando que los apoyos que recoge Lacalle Pou no necesariamente serán seguidos por los electores.
“Ahora se abre una nueva etapa en la que los ciudadanos van a elegir personas y propuestas concretas”, afirmó Martínez, en un pronunciamiento tras las votaciones de este domingo.
Las normas electorales de Uruguay establecen que para ser electo presidente se necesitan al menos 50 % más uno de los votos, de lo contrario se celebrará una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados el próximo 24 de noviembre.
La jornada electoral transcurrió con calma. En los circuitos electorales, muchos electores realizaron largas colas para votar, la mayoría sin distintivos que permitieran identificar sus preferencias.
Marcando una gran diferencia con el clima de tensión que se vive en otros países del continente, los candidatos del oficialismo y la oposición destacaron la estabilidad de la democracia uruguaya.
El proceso electoral
Los 2,7 millones de electores uruguayos votaron este domingo para definir qué desean para el futuro del país: si un cuarto gobierno consecutivo del Frente Amplio o el gobierno de una alianza de partidos opositores, que van de la centroizquierda a la derecha.
El Frente Amplio llegó por primera vez al gobierno nacional en 2005, rompiendo una hegemonía de los dos partidos fundacionales, el Colorado y el Nacional, que habían gobernado el país desde su nacimiento a la vida independiente en 1828.
Desde su llegada al poder, la economía no ha dejado de crecer, el poder adquisitivo de los salarios ha experimentado una fuerte subida y se han sancionado leyes que garantizaron derechos como el matrimonio gay, el aborto y la venta de marihuana en farmacias.
Sin embargo, el tercer gobierno del Frente Amplio, encabezado por el actual presidente, Tavaré Vázquez, ha tenido problemas importantes.
Fueron muchos los factores que incidieron para que esta colectividad perdiera el afecto de los ciudadanos, como el fracaso de una reforma educativa, la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic en 2017 en medio de denuncias por corrupción, el aumento de la inseguridad pública, el estancamiento de la economía, el aumento del desempleo hasta el 9 % y del déficit fiscal que alcanzó el 4,9 %, fueron algunos de los temas que afectaron la imagen del gobierno.
En medio de este escenario, la oposición coincidió en la campaña en que es necesario tomar medidas urgentes para restablecer la seguridad pública, reformar el sistema educativo y ordenar las cuentas públicas y un gasto estatal que frecuentemente cae en el derroche.
En ese sentido, los dos candidatos más votados disputarán la segunda vuelta el próximo 24 de noviembre y el nuevo presidente que salga elegido asumirá en el cargo el 1 de marzo de 2020.