Según estadísticas de la Asociación Nacional de Nuevos Estadounidenses, este año al menos 860.000 inmigrantes obtendrán su ciudadanía y tendrán permiso para votar, sumando fuerza a un volumen en aumento de la población migrante que ahora podrá tomar decisiones políticas en el país.
A esta cifra, se suman los 3,1 millones de inmigrantes que se han naturalizado en los últimos cuatro años, con ello, cerca de cuatro millones de nuevos ciudadanos estadounidenses estarían habilitados para acudir a las urnas y mover el destino político hacia panoramas inadvertidos. Pero, ¿representa esta creciente tendencia en una de las minorías más fuerte una real oportunidad?
De acuerdo con explicaciones para Univisión del analista Carlos Vargas, si bien está aumentando el caudal de la población migrante y en especial latina, no es suficiente para impactar las votaciones el próximo 03 de noviembre.
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El experto argumenta que al observar estadísticas de años anteriores, se demuestra que los nuevos ciudadanos no suelen inscribirse para salir a votar, en comparación con los ciudadanos que nacen en EE.UU.
No obstante, según la perspectiva de Vargas, el aumento de naturalizaciones se está concentrando en estados como Florida, Texas, Pennsylvania, Georgia y Arizona, sectores que a excepción de Florida, no suelen ser tan competitivos y reñidos durante las elecciones presidenciales.
En la movilización está la fuerza
Pese a esto, el analista político indica que es necesario preparar y movilizar a los nuevos ciudadanos para que acudan a las urnas a ejercer su derecho al voto y así demostrar su relevancia en las decisiones políticas del país.
Además de ello, el clima político de xenofobia y política antimigratoria podría motivar a los nuevos ciudadanos a alzar su voz y su opinión dándole una sorpresa al actual gobierno.
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Una de las políticas de Donald Trump que más podría afectar el sistema de naturalización para los inmigrantes es la medida impuesta por el mandatario el pasado noviembre que pretende aumentar el precio para pedir la ciudadanía en un 83%. Aunque la regulación aún no ha entrado en vigor, se espera que en los próximos meses el precio para solicitar la naturalización pase de 640 dólares a 1.170.