El capitán de la Guardia Nacional Juan Carlos Nieto Quintero, quien estuvo preso a principios de 2014 por negarse a reprimir a los estudiantes, salió en libertad recientemente y explicó al periodista César Miguel Rondón este jueves que él no participó en una reunión que se llevó a cabo en Maracay con integrantes de la Fuerza Aérea en lo que se conoció luego como la Operación Jericó o el “Golpe Azul”
Dijo que su persecución e implicación en el caso, en el que supuestamente buscaban derrocar al mandatario Nicolás Maduro y bombardear blancos específicos, es porque “he sido respetuoso de la Constitución y cuando asumes este tipo de posiciones, te generan persecuciones por parte de los cuerpos de seguridad desconociendo lo que estaba sucediendo”.
Indicó que una de las formas que aplican en Venezuela para “desaparecer a las personas” es con juicios y procesos en la jurisdicción militar. Por lo tanto, cree que su postura institucional le generó “caminos difíciles” y a su juicio, se convirtió en una “piedra en el zapato” para la institución.
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“¿Qué hicieron ellos? Involucrarme en este caso donde efectivamente estuvo el capitán Caguaripano en esa reunión, según lo que establecieron en el juicio y él era mi gran amigo. Pero a esa reunión yo no asistí en ningún momento. Me implican en ese caso por un reim de inteligencia que hace la Dgcim donde informaban que traía una información en mi cerebro fuera del país, desde afuera al país”.
Denunció que fue sentenciado a prisión por cinco años sin que hubiera alguna prueba en su contra o testigos que lo acusaran de haber estado inmiscuido en el llamado “Golpe Azul”. En ese sentido, retó al mandatario Nicolás Maduro a que “si llegan a encontrar la mínima prueba que me involucre en el ese caso, me entrego a la justicia venezolana”.
Manifestó que tuvo que entregarse cuando fue apuntado por armas de funcionarios vestidos de paisano porque estaba junto a su familia. Primero lo dejan abajo en un sótano y un compañero suyo, capitán de corbeta Gómez Lares, y le dice que lo que estaba era es secuestrado.
Describió que fue torturado con corriente en varias partes del cuerpo, fue “bolseado” (procedimiento en el que se le coloca una bolsa en la cabeza para generar la crisis de asfixia), así como alertó que en varias ocasiones bajaron sus pantalones amenazándolo con violaciones, entre otras cosas.
Nieto Quintero recalco que los oficiales que están en el exilio “ya estamos organizados” y presentarán la “estructura organizacional” de los que están fuera del país “para ponernos a la orden del presidente Guaidó en lo que arranque la transición y la reconstrucción del país”.