El comandante del Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (SouthCom), almirante Craig Faller, inició este domingo 23 de junio un viaje por Suramérica que le llevará a visitar Argentina y Chile, en el que está previsto que aborde algunas de las principales preocupaciones de Washington en Latinoamérica.
Durante su gira, que comenzará en Buenos Aires y se prolongará hasta el viernes 28 de junio, Faller tiene previsto reunirse con militares de ambos países para “reforzar” la relación existente y tratar algunos temas que inquietan al Gobierno del presidente Donald Trump, confirmaron a EFE fuentes del Pentágono.
Entre estos asuntos destacan la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela y la creciente influencia en Latinoamérica de Rusia, China -a los que el propio almirante ha calificado de “competidores a nivel global”- e Irán.
Venezuela, la manzana de la discordia en Latinoamérica
La administración chavista de Nicolás Maduro es uno de los grandes antagonistas de la actual Casa Blanca, una de las primeras entidades en reconocer al líder del Parlamento Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
La crisis humanitaria que atraviesa ese país desde hace tiempo ha provocado un éxodo de más de 3,7 millones de personas, según datos de las Naciones Unidas, lo cual afecta gravemente a toda la región.
El 14 de mayo, el SouthCom envío a la zona del Caribe al buque hospital USNS Comfort, con capacidad para atender a más de mil pacientes, con el objetivo de paliar la saturación que sufren los servicios sanitarios de algunos países de la región debido a la llegada masiva de migrantes desde Venezuela.
Además, el propio Trump ha reiterado en diversas ocasiones que “todas las opciones están sobre la mesa” y que no descarta una posible intervención militar para derrocar a Maduro.
Rusia, sin coherencia entre lo que dice y hace
A pesar de la buena relación que el presidente Trump dice tener con su homólogo ruso, Vladímir Putin, el reciente envío de tropas a Venezuela por parte del Kremlin ha dejado entrever las desavenencias que existen entre ambos mandatarios.
Mientras que el inquilino de la Casa Blanca aseguró que Moscú le había comunicado la retirada de la “mayoría” de su personal militar de Venezuela, Putin sostuvo que el contingente permanecería allí para “honrar” sus obligaciones con el régimen de Maduro, aunque aseguró que Rusia no tiene intención de crear una base militar en el país latinoamericano.
Además, Washington observa con preocupación la injerencia en su “patio trasero” de un Estado que, en palabras de Faller, “intenta dar forma al mundo en función de su visión autoritaria”.
China, un silente “invasor”
La influencia económica de China en Latinoamérica es cada vez mayor, algo que preocupa a Estados Unidos por considerar que esto puede dar pie a una pérdida de soberanía por parte de países a los que considera aliados.
“Para ejercer un poder político y económico en determinados países, China emplea en Latinoamérica los mismas prácticas crediticias abusivas y nada transparentes que ha utilizado por todo el mundo”, alertó Faller en un documento remitido a la Cámara de Representantes de EE.UU. el pasado mes de febrero.
Uno de los casos más claros tiene lugar, precisamente, en la Patagonia argentina, donde Pekín ha construido una estación espacial con férreas medidas de seguridad que el Gobierno estadounidense teme pueda servir para llevar a cabo labores de espionaje.
Además, el Pentágono acusa a China de apoyar a los regímenes autocráticos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, que son contrarios a los intereses estadounidenses.
Irán, una relación tensa para EE.UU.
La influencia de Teherán preocupa desde hace tiempo a Estados Unidos, una situación que se puede ver ahora exacerbada ante la creciente tensión entre ambos países en el Golfo Pérsico.
“Irán es el primer país patrocinador del terrorismo en todo el mundo y sus secuaces libaneses de Hezbolá están recaudando fondos ilegalmente por todo el mundo, incluso en América Central”, denunció Faller durante su audiencia de confirmación ante el Senado, a finales del año pasado.
Washington viene denunciando desde hace años el apoyo que Teherán le brinda a Cuba y Venezuela, que a su vez, según las autoridades estadounidenses, ayudan a ese país a limpiar dinero obtenido a través de redes de narcotráfico.
En el documento enviado a la Cámara Baja, Faller advertía, además, que en los últimos tiempos Irán ha buscado dar un nuevo impulso a su influencia en la región y citó como ejemplo la creciente influencia de “medios antiestadounidenses en español”.