La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) envió el 10 de julio una misiva a Gustavo Tarre Briceño, representante del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, en la que notificó la intención de realizar una visita in loco a Venezuela para observar en el terreno la situación de DDHH en el país sudamericano.
En la carta, la CIDH indicó haber recibido la solicitud de Tarre Briceño en nombre del gobierno interino que ejerce Guaidó, luego de juramentarse como presidente encargado el 23 de enero, en donde se le solicitó al organismo latinoamericano que además de la visita se establezca un mecanismo especial de investigación sobre las denuncias de “desaparición forzada, tortura y ejecución arbitraria del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo y de otros presos políticos”.
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También detalló que se solicitará al Estado que invite la presencia de la CIDH en el país se le concedan las facilidades necesarias para llevar a cabo su misión según el artículo 56 del reglamento del ente regional. Por eso, piden que se les garantice seguridad y transporte.
Hoy la @CIDH respondió a la invitación para visitar a #Venezuela. pic.twitter.com/HeMVxbhhul
— CIDH (@CIDH) 10 de julio de 2019
El 1° de julio, Gustavo Tarre Briceño envió una comunicación a la CIDH en la que se invitó formalmente al ente regional a visitar el país.
Además, Tarre Briceño aseguró que la CIDH debe realizar las investigaciones pertinentes sobre los casos ocurridos en la última semana en el país, refiriéndose a la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, quien murió estando en custodia funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar.
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Expresó que las instituciones gubernamentales deben permitir las investigaciones correspondientes pues, a su juicio, “el que no la debe no la teme”.
La respuesta de la CIDH se dio luego de que se ordenara la entrega del cuerpo del capitán Acosta Arévalo a sus familiares tras 12 días de su deceso, aunque el Estado ordenó una “inhumación controlada”, ya que fueron las autoridades los que dispusieron el lugar de entierro del cadáver y lo entregaron con una urna sellada.