La Cámara Baja de Estados Unidos, de mayoría demócrata, aprobó este miércoles una resolución con la designación de los siete legisladores que harán de “fiscales” en el juicio político contra el presidente Donald Trump y que establece que estos tienen que entregar formalmente los cargos contra el mandatario al Senado.
La Cámara de Representantes dio luz verde a esta resolución con 228 a favor y 193 en contra, por lo que el proceso de destitución contra el mandatario estadounidense seguirá en el Senado.
El texto reconoce el nombramiento de los legisladores demócratas Adam Schiff, Jerry Nadler, Hakeem Jeffries, Zoe Lofgren, Val Demings, Jason Crow y Silvia Garcia -propuestos por la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi- como “impeachment managers”, como se conoce en inglés a los fiscales en el juicio político.
Además, recoge que, tras su designación, esos legisladores “exhibirán los cargos políticos al Senado”, dentro de los preparativos del proceso de destitución, que se celebrará en la Cámara Alta.
En ese sentido, la Cámara oficialmente envió estos artículos de acusación al Senado en donde se espera que el proceso de juicio político empezará concretamente el próximo martes, según el jefe de la mayoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell.
En una ceremonia muy protocolar, la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, firmó el acta de acusación, que imputa a Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso, poco antes de que ser introducida en un sobre y llevada por los pasillos del Capitolio directamente a los secretarios del Senado, controlado por los republicanos.
“Es muy triste, muy trágico para nuestro país, que las acciones del presidente para socavar nuestra seguridad nacional, violar su juramento y poner en peligro la seguridad de nuestras elecciones, nos han llevado a este lugar”, indicó Pelosi antes de firmar la acusación, añadiendo que “Hoy entramos en la historia”.
En carpetas azules, los cargos fueron llevados al Senado por un grupo que incluía a los congresistas demócratas elegidos para ejercer de fiscales en el juicio contra Trump, apenas el tercer presidente en la historia estadounidense en enfrentar un proceso de destitución.
McConnell luego invitó a esos fiscales a leer formalmente los artículos de la acusación en la Cámara Alta el mediodía del jueves.
Más tarde ese día, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, y quien presidirá el juicio político, llegará para ser juramentado.
Luego prestarán juramento todos los senadores.
“El juicio comenzará de verdad el martes”, dijo McConnell.
“Nos comprometeremos a elevarnos por encima del mezquino enfrentamiento entre facciones y hacer justicia para nuestras instituciones, nuestros estados y para el país”, añadió.
“Confío en que este cuerpo puede elevarse por encima del cortoplacismo y el enfrentamiento febril entre sectores y servir a los intereses de largo plazo de nuestra nación. Podemos y debemos hacerlo”, apuntó McConnell un fiel defensor de Trump.
Bajo este escenario, el Senado debe notificar a la Casa Blanca de la realización del proceso, pedir al presidente “responder a los artículos” de la acusación y “enviar a sus abogados”, añadió.
El caso contra Trump se desencadenó después de una queja de un informante a la Inteligencia del país sobre un llamada telefónica en julio entre el presidente y su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski, para que el ucraniano lanzara pesquisas contra Biden y su hijo Hunter por presunta corrupción en el país europeo.
Según la oposición demócrata, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden, algo que el mandatario ha negado.
Durante el debate previo a la votación de este miércoles, uno de los “fiscales” designados por Pelosi, Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, acusó a Trump de haber “traicionado al país” por “usar su poder presidencial, incluida la retención de asistencia militar, para presionar a un Gobierno para que lo ayudara a ganar las elecciones” de este año.
El líder de la minoría republicana en esa cámara, Kevin McCarthy, respondió con criticas al proceso: ” No hay mayor contraste que lo que estamos haciendo ahora mismo aquí y lo que está ocurriendo en la Avenida de Pensilvania”, donde está la Casa Blanca.
McCarthy se refería a la firma en la mansión presidencial de la primera fase de un tratado comercial con China, a la que acudió Trump, y que transcurrió cuando los legisladores estaban votando la resolución en el Capitolio.