La organización de los Boy Scouts en Estados Unidos solicitó esta martes protección por bancarrota luego de recibir numerosas demandas de padres de familia que reportaron abusos sexuales a menores durante sus prácticas y exploraciones.
“La BSA (Boy Scouts of America) se preocupa profundamente por todas las víctimas de abuso y se disculpa sinceramente con cualquiera que haya sido perjudicado durante su tiempo en el Movimiento Scout. Estamos indignados de que haya habido ocasiones en que las personas aprovecharon nuestros programas para abusar de niños inocentes”, expresó en un comunicado Roger Mosby, presidente y director ejecutivo de los BSA.
De acuerdo con explicaciones dadas por un vocero de la organización, la decisión de declararse en bancarrota tiene dos objetivos. El primero se centra en compensar equitativamente a las víctimas que fueron abusadas durante su tiempo en el Movimiento Scout; y el segundo, crear un Fideicomiso de Compensación de Víctimas que proporcionaría para compensar a las víctimas.
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Según indica Michael Pfau, un abogado que tiene su firma en Seattle y representa hasta el momento a más de 300 víctimas, la declaración de bancarrota no será una salida fácil para la organización que podría enfrentar miles de demandas, incluso más escandalosas en números y en cifras que las que involucran a la iglesia católica.
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Aunque no se conocen con exactitud el número de víctimas de abuso sexual, se calcula que sean miles los casos en todo el territorio americano, y que incluso empiecen a conocerse más luego de la declaración de bancarrota de los BSA.
