Bony de Simonovis siempre se opuso a la fuga de Iván

La abogada Bony Pertiñez de Simonovis y su esposo, el comisario Iván Simonovis, estuvieron por primera vez juntos en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.

Durante la entrevista, Pertiñez de Simonovis reveló que ella nunca quiso que el comisario decidiera fugarse de su residencia porque a pesar de todo, creía en los esfuerzos y recursos entregados ante la justicia venezolana para comprobar la inocencia de su esposo por los hechos del 11 de abril. “Me reclamó y dijo que esta decisión ha debido tomarla hace muchísimo tiempo y no la tomó porque yo siempre me opuse”.

Por su parte, Iván Simonovis expresó que tenía que respetar los deseos de su esposa, debido a que estuvieron trabajando juntos durante los años de prisión, lo que ayudó a que su relación estuviese mucho más cercana, “mejor entendida”.

Contaron sobre las rutinas vividas durante los años de cárcel en el Sebin, donde practicaban una “abstracción del entorno” para centrarse en los temas familiares. Incluso, tenían una rutina en la que primero hablaban los adultos y después compartían con los niños. Todo por lo general en un lapso de 4 a 5 horas, que era el tiempo de visitas.

“Llevábamos juegos, los niños hacían tarea, nuestros hijos llevaban amigos y novios a la cárcel. Entonces había que convencer a las familias para que permitieran ir a la cárcel para conocer al suegro”, relató Bony.

También relataron el momento en el que se conocieron y la forma en la que empezaron a relacionarse hasta casarse.

Iván Simonovis habló sobre su preparación de seguridad, que abarca preparación dentro y fuera de Venezuela.

Dio algunos detalles adicionales a los vividos en su escape de Venezuela que se registró el 16 de mayo, días después del fallido alzamiento militar del 30 de abril. Aprovechó que Bony Pertinez se fue a Alemania a la graduación de su hijo para analizar las alternativas y la amenaza de un nuevo traslado a Ramo Verde fue lo que le empujó a tomar la determinación de escapar, sin que ella lo supiera.

“Lo cierto es que llevaba algunos años monitoreando lo que sucedía. Había estudiado alternativas. Pero de lo que estaba claro era que no regresaba a la cárcel. Yo dije, si se complica esto, me voy (…) El 16 de mayo, a las 5:15 a.m. fui, hice el anclaje, descendí a un pasillo de la Electricidad de Caracas y unas personas me llevaron a un sitio donde piqué el grillete electrónico (…) Estuve cuatro semanas en varios sitios en Caracas”.