Bloomberg y su estrategia de memes: ¿Un camino seguro hacia la presidencia o la debacle de las campañas?

Michael Bloomberg está decidido a seguir los pasos de Hillary Clinton y Donald Trump en cuanto a la estrategia de campaña presidencial se refiere.

Recientemente, una lluvia de memes, -18 hasta el momento, para ser más exactos-, invadió Internet viendo la luz en algunas de las cuentas más sólidas y populares de Instagram como “tank.sinatra” (2.3 millones de seguidores) y “grapejuiceboys” (2,7 millones de seguidores).

El contenido presenta al candidato presidencial solicitando la creación de un meme que lo pueda hacer ver “más cool” frente a su audiencia para las Primarias Democráticas. El mensaje se presenta mediante un supuesto DM desde su cuenta oficial, en comunicación con gigantes de la industria publicitaria.

Hasta el momento se desconoce con exactitud el origen de la curiosa campaña del magnate de 77 años que busca la presidencia de EE.UU. En un reporte realizado por The New York Times, se indicó que los ‘ads’ hacen parte de una alianza de Bloomberg con ‘Meme 2020’, una nueva empresa de publicidad para campañas liderada por Mick Purzycki, quien además es director ejecutivo del gigante Jerry Media.

De acuerdo con información de miembros de la campaña presidencial de Michael Bloomberg, hasta el momento el candidato ha gastado más de 200 millones de dólares de su bolsillo en anuncios publicitarios. Incluso se calcula que ha gastado más que Donald Trump en Google, con un estimado de 18 millones de dólares invertidos en publicidad.

No obstante, según cifras de la firma Advertising Analytics, Bloomberg gastó más de 300 millones de dólares hasta principios de febrero en su campaña.

Diferentes encuestas ubican a Bloomberg en diversas posiciones respecto a su candidatura. Encuestas de Quinnipiac University lo posicionan en el primer lugar, mientras que listados de YouGov lo ubican en cuarto lugar, justo después de Elizabeth Warren.

Bloomberg se encuentra en el noveno lugar de las personas más acaudaladas del mundo, según Forbes, con una fortuna de 55.000 millones, que ha sacudido la campaña demócrata.