El ministerio de Información de Somalia reveló que el atentado del pasado sábado en Mogadiscio (capital) deja 81 muertos, hasta el momento,tras el fallecimiento de dos víctimas que estaban gravemente heridas.
“El número total de muertos es actualmente de 81. Otras dos personas fallecieron a causa de las heridas. Una de ellas figuraba entre los heridos graves que fueron trasladados a Turquía ayer [domingo] y otra víctima falleció en uno de los hospitales en Mogadiscio”, declaró el portavoz del ministerio, Ismail Muktar.
Una decena de personas siguen desaparecidas tras este atentado con coche bomba contra un puesto de control en un barrio popular, el más letal que ha sacudido a Mogadiscio en dos años.
Un balance anterior daba cuenta de 79 muertos y 125 heridos. Precisamente, los islamistas somalíes shebab reivindicaron este lunes el atentado.
“El sábado, los muyaidines realizaron un ataque (…) teniendo como objetivo un convoy de mercenarios turcos y milicianos apóstatas que los escoltaban”, declaró su portavoz Ali Mohamud Rage en un mensaje audio.
El presidente somalí Mohamed Abdullahi Mohamed, conocido como “Farmajo”, había acusado al grupo islamista de perpetrar el ataque.
Este grupo afiliado a Al Qaida lleva a cabo regularmente atentados con coche bomba en Mogadiscio, en el marco de una insurrección contra el gobierno apoyado por la comunidad internacional.
Este atentado es el más mortífero desde 2017, cuando un camión bomba mató a más de 500 personas y que no fue reivindicado.
Los islamistas de Al Shabab no suelen reivindicar los atentados que causan muchas víctimas entre la población civil por miedo a perder el apoyo de que gozan todavía entre muchos somalíes.
Entre los 81 muertos figuran al menos 16 estudiantes de la universidad privada de Banadir, que viajaban en un bus cuando les sorprendió la explosión, y dos ciudadanos turcos.
Desde 2015, Somalia ha registrado 13 atentados que han dejado al menos 20 muertos, de ellos 11 en la capital, según un recuento de la AFP. Pero los ataques con menos víctimas son habituales.
Expulsados de Mogadiscio en 2011, los islamistas de Al Shabab, que han declarado la guerra al gobierno somalí y a la comunidad internacional que lo apoya, han perdido sus principales bastiones pero siguen controlando vastas zonas rurales, donde realizan operaciones de guerrilla y atentados suicidas.
Se estima que cuentan entre 5.000 y 9.000 combatientes.
Estados Unidos anunció haber matado el domingo a cuatro “terroristas” durante los bombardeos realizados en Somalia.