Así avanza la investigación sobre la muerte de 39 inmigrantes hallados en un camión en Inglaterra

Las autoridades británicas han venido avanzando con las investigaciones sobre la muerte de 39 inmigrantes, al parecer de origen chino, que fueron hallados dentro de un camión refrigerado en una zona industrial del condado de Essex (Inglaterra) el pasado miércoles.

En las últimas horas, fueron capturados en la ciudad de Warrington un hombre y una mujer que son sospechosos del crimen. Los detenidos de 38 años estarían implicadas en los delitos de homicidio y conspiración para traficar con personas.

En un principio los agentes habían asegurado que las víctimas eran de nacionalidad china, pero la embajada de Vietnam en el Reino Unido se comunicó con las autoridades británicas en las últimas horas para asegurar que entre los muertos también podrían haber personas de ese país.

En ese sentido, los agentes vienen adelantando las investigaciones para poder establecer las posibles conexiones con grupos organizados de trata de personas en la región. Además, se adelantarán las autopsias de los cuerpos para identificar las causas de muerte y su nacionalidad.

Se trata de un hombre de 25 años de Irlanda del Norte y que ha sido identificado como Mo Robinson, quien hasta el momento es el principal sospechoso de los asesinatos y quien habría llamado a los servicios de emergencia al descubrir los cadáveres a través de una cámara interna del vehículo.

El camión fue retirado del complejo industrial y trasladado a otra ubicación con el fin de “preservar la dignidad de las víctimas”, las cuales podrían haber soportado condiciones terribles al alcanzar las temperaturas de hasta 25 grados bajo cero.

En ese sentido, los organismos forenses retiraron los primeros once cuerpos en una ambulancia privada y los llevaron al hospital de Broomfield para comenzar con las autopsias para avanzar en el proceso de identificación.

Esta información se habría conseguido a partir de los datos extraídos del sistema GPS, que muestra que el vehículo realizó dos viajes entre el Reino Unido y Europa continental entre el 16 y el 22 de octubre.

Los expertos han indicado que las víctimas estuvieron, al parecer, encerradas en el contenedor “durante al menos diez horas”, y ya se encontraban atrapadas dentro del vehículo cuando llegó a la costa belga en su trayecto a Inglaterra, el pasado miércoles.

Por su parte, la compañía irlandesa propietaria del tráiler, Global Trailer Rentals (GTR), ha insistido que no tiene ninguna relación con el conductor e indicó que el vehículo fue alquilado el pasado 15 de octubre en el condado de Monaghan (Irlanda)  por un costo semanal de 275 euros.

Las autoridades también han indicado que el vehículo llegó al puerto de la localidad inglesa de Purfleet, a orillas del Támesis, en un barco que provenía de Zeebrugge (Bélgica) en la madrugada del miércoles.

Esta localidad ha sido identificada por los expertos como “un imán para los inmigrantes ilegales” debido a las pocas medidas de seguridad y fue donde el contenedor refrigerado fue recogido por el vehículo de Mo Robinson, el cual llegó en un ferry el pasado domingo procedente de Irlanda del Norte.

Como parte de la pesquisa, en la que participan también autoridades irlandesas, belgas y chinas, los agentes registraron tres direcciones en Irlanda del Norte, entre ellas la vivienda de Robinson en Markethill y la casa de sus padres en la vecina Laurelvale.

Las autoridades británicas también han alertado sobre la amenaza en aumento que plantean las mafias de personas que operan vía Bélgica en los últimos tres años.

Por su parte, la Agencia Nacional del Crimen británica (NCA) también viene colaborando con la Policía con el fin de identificar a los grupos criminales organizados que pudieron haber participado en estos hechos.

A pesar de que el número de víctimas ha sido impactante, esta no es la primera vez que se encuentran cuerpos de inmigrantes dentro de vehículos cerrados en los últimos años, después de ser abandonados por los traficantes de personas.

Una tragedia similar se registró en el año 2.000 con la muerte de 58 migrantes dentro de un camión en la localidad de Dover. Asimismo, 71 migrantes procedentes de Siria, Irak y Afganistán fueron encontrados sofocados en la parte trasera de un camión refrigerado abandonado en una carretera austríaca cerca de la frontera con Hungría en 2015.