La Segunda Guerra Mundial, fue sin duda un evento oscuro en la historia de la humanidad. En tan solo seis años, las potencias mundiales se jugaron su futuro dejando atrás toda clase de principios.
Hechos como el holocausto de los judíos y la creación de la bomba atómica, lanzada en dos ocasiones por EE.UU. en suelo japonés, impactaron al mundo. Aún en la actualidad, se habla con asombro e indignación de estos dos hechos.
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Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, ocurrieron otras atrocidades poco conocidas por la humanidad y hoy, en América Digital, te queremos contar cinco de ellas:
Armas Biológicas
Aunque parezca un término nuevo, desde la Segunda Guerra Mundial las potencias mundiales comenzaron a coquetear con el armamento biológico.
Japón, en su afán de derrotar a sus enemigos, comenzaron a crear bombas que contenían parásitos, excremento, alimentos en descomposición y todo tipo de materiales infecciosos que fuera posible introducir en los explosivos.
Con miras a expandir su territorio, Japón lanzó estas bombas en China, dejando un saldo de 400 mil chinos, víctimas de cólera, la peste bubónica y otras enfermedades.
‘El Ángel de la Muerte’
Josef Mengele era un científico alemán, conocido por ser despiadado y por usar a los judíos para hacer experimentos de todo tipo, él, además, seleccionaba a los presos que iban directo a la cámara de gas.
Mengele, inyectaba toxinas en los ojos de sus víctimas para hacerlos cambiar de color, también, una vez unió a dos gemelos gitanos para crear gemelos siameses y un sin fin de atrocidades sacadas de una película de terror.
Al contrario de lo que muchos creerían, ‘El ángel de la Muerte’ logró huir de Alemania y murió en Brasil a los 67 años.
EFE
El Escuadrón 731
El Escuadrón 731 fue un organismo constituido durante la guerra por el Gobierno de Japón, para hacer avances científicos en armamento militar y conocimiento del cuerpo humano. Por eso, los ‘ratones de laboratorio’ para este grupo, eran prisioneros de guerra: civiles o militares de China, Mongolia o Rusia.
Los científicos hacían variaciones de los virus en el laboratorio, se los inyectaban a los prisioneros y los encerraban en jaulas con paredes de vidrio para ver cuidadosamente el avance de la enfermedad.
Algunos los dejaban morir para ver qué tan mortal era la enfermedad que estaban creando; a los que no morían, siendo quizás los más desafortunados, los llevaban por la fuerza a un cuarto, los abrían y les sacaban los órganos, en carne viva y sin anestesia. Esto para ver qué tanto podía resistir un humano en estas condiciones.
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Experimentos para combatir la hipotermia
Desesperados por invadir Rusia a como diera lugar y sin importar las dificultades climáticas, los Nazis comenzaron a realizar experimentos contra la hipotermia en sus prisioneros judíos.
Los prisioneros eran vestidos con el uniforme aéreo y eran insertados en una tina con agua a muy bajas temperaturas. Los científicos ponían termómetros en el recto de las víctimas para medir y saber a qué temperatura y en cuánto tiempo moría el humano en estas condiciones.
Fusilar a niños
Los soldados soviéticos ametrallaban a los niños de su propio país, por compadecerse y llevarle agua a los soldados alemanes heridos.
EFE