Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, pero cuando están cachorros, se convierten en un verdadero dolor de cabeza para sus dueños. Los perros en la adolescencia pueden volverse tan problemáticos como ocurre con los adolescentes humanos, así lo dio a conocer un estudio publicado en la American Association for the Advancement of Science.
De acuerdo a la investigación, durante el comienzo de la adolescencia canina, se experimenta un período de hipersensibilidad; esto hace que los perros actúen tal y como lo haría un joven humano.
Los perros en la adolescencia pueden actuar similar a los humanos
“Existe abundante conocimiento popular… de que el comportamiento de los adolescentes difiere del de los perros más jóvenes o mayores”, comenta Barbara Smuts, ecóloga conductual de la Universidad de Michigan, Ann Arbor, quien no participó en la investigación.
Cuando los perros están cachorros, se unen a los humanos como lo hace cualquier niños. “Pero los propietarios a menudo sienten que están fallando cuando sus cachorros alcanzan la adolescencia”. Esto ocurre aproximadamente a los ocho meses en la mayoría de los perros, explica Lucy Asher, etóloga del comportamiento en la Universidad de Newcastle y autora principal de la investigación.
Tal y como ocurre con los adolescentes humanos, el cuerpo se inunda de hormonas y el cerebro se reconecta durante la pubertad. Es por eso que los perros comienzan a ignorar y desobedecer a sus dueños.
Claro que los propietarios pueden responder a la adolescencia canina de diferentes maneras. Muchos castigan a los cachorros, otros los ignorar e incluso los envían a refugios. Asher, explica que los perros adolescentes son el grupo más probable para aterrizar en refugios de animales en Estados Unidos.
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La etapa rebelde
Durante el estudio sobre la adolescencia canina, se vigilo el comportamiento de 70 pastores alemanes, golgen retrivers y labrados retrivers, criados para ser futuros perros guía.
A los cuidadores se les pidió que calificaran a los cachorros en sus apegos y conductas de búsqueda de atención, como sentarse cerca del dueño o mostrar un vínculo fuerte. También se tomaron en cuenta conductas relacionadas a la separación, como temblar cuando se quedan atrás, lo que indica ansiedad general y miedo.
Entre los cinco y ocho meses es cuando los perros alcanzan la adolescencia. Cabe destacar que así como las malas relaciones entre humanos hacen que la pubertad entre a una edad más temprana, lo mismo ocurre con los perros. Es decir los perros que tienen relaciones tensas con sus dueños son más propensos a los cambios en su desarrollo incluso reproductivo.
Los perros adolescentes que eran alejados de sus cuidadores, mostraban más estrés y por lo tanto eran mucho más desobedientes. Los científicos evaluaron un grupo separado de perros guías; primero a los cinco meses y luego a los ocho.
Se le pidió al cuidador del perro y a un extraño que dieran la orden de “sentarse”, Demostrando que los cachorros preadolescentes se sentaban más rápido para ambas personas. Sin embargo, cuando llegaron a la adolescencia muchos de ellos comenzaron a negarse “repetidamente” a la orden del cuidador. Pero lo más sorprendente es que obedecían al extraño.
Otro punto clave durante la investigación de la adolescencia canina, es que los perros que no estaban unidos de forma segura a sus cuidadores estaban mucho más dispuestos a seguir las órdenes del extraño; lo que es muy común que también ocurra en adolescentes humanos.
Adolescencia canina es solo una fase
Es importante mencionar que la fase adolescente es transitoria. De acuerdo a los datos recolectados de perros guía, los investigadores encontraron que los perros preadolescentes y postadolescentes eran más fáciles de entrenar, a diferencia de los adolescentes.
Este estudio se destaca por ser uno de los primeros resultados que relacionan la adolescencia canina con el comportamiento de nuestras mascotas. De esta manera los científicos podrían tener un modelo relacionado para investigar más a fondo sobre la pubertad humana. Por otra parte saber que nuestro perro solamente está pasando por una fase de desobediencia, podría hacer que nos preocupemos menos por su “mala actitud”.
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