La Nasa reveló unas nuevas imágenes de Júpiter que fueron captadas el pasado 27 julio por el Telescopio Espacio Hubble, en las cuales se ven con mayor definición la gran mancha roja y los colores más intensos en las nubes que se arremolinan en la atmósfera de este planeta.
De acuerdo con la agencia espacial, los colores y sus cambios proporcionan información importante para los procesos que se dan en la atmósfera de Júpiter. Además, se pudo establecer que los vientos entre las bandas de colores pueden alcanzar velocidades de hasta 644 kilómetros por hora.
“Las bandas se crean por diferencias en el grosor y la altura de las nubes de hielo de amoníaco. Las coloridas bandas, que fluyen en direcciones opuestas en varias latitudes, son el resultado de diferentes presiones atmosféricas. Las bandas más claras se elevan más alto y tienen nubes más gruesas que las bandas más oscuras”, indicó la Nasa.
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En ese sentido, los científicos explicaron que la Gran Mancha Roja es una estructura en su capa superior de bruma que se extiende más de 5 kilómetros, superando la altura que tienen las nubes en otras áreas.
“La gigantesca estructura, con un diámetro un poco más grande que el de la Tierra, es un sistema de viento de alta presión llamado anticiclón que se ha ido reduciendo lentamente desde el siglo XIX. La razón de este cambio de tamaño aún se desconoce”, indicó la agencia espacial.
Asimismo, otro de los detalles que se pudieron obtener es sobre el color naranja brillante de la banda ancha en el ecuador, el cual puede ser una señal de que las nubes más profundas comienzan a despejarse, enfatizando las partículas rojas en la neblina.
Los cambios
El investigador del Departamento de Astronomía de la Universidad de California (Berkeley) destacó que uno de los cambios más sorprendentes que se pudieron visualizar están en el color en la línea del ecuador, ya que anteriormente era blanco y en esta oportunidad se ha vuelto anaranjado.
De acuerdo con el científico, no se sabe por qué ocurrieron los cambios pero las fotografías anuales permitirán analizarlos para comprender la física y la química que pueden generar alteraciones en la formación y los movimientos de las nubes, así como en las tormentas en las atmósferas de los planetas.
“El objetivo es llenar los vacíos en el archivo de las imágenes de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno porque, algunos años, no hubo propuestas exitosas para usar Hubble para observar planetas individuales. Ahora por fin tenemos conjuntos de datos anuales y la cantidad de nuevos documentos se duplica proporcionando un recurso realmente bueno para todo tipo de investigaciones científicas”, indicó Wong.
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Estas nuevas imágenes se tomaron en luz visible como parte del programa Legacy de Atmospheres Outer Planets, con el que se pretende proporcionar vistas globales anuales de los planetas exteriores para buscar cambios en sus tormentas, vientos y nubes.
“La cámara 3 de campo ancho del Hubble observó a Júpiter cuando el planeta estaba a 643,7 millones de kilómetros de la Tierra, cuando el planeta estaba cerca de la “oposición” o casi directamente enfrente del Sol en el cielo”, destacó la Nasa.