El prototipo de la nave espacial Starship de SpaceX realizó una exitosa prueba de vuelo y aterrizaje en Boca Chica (Texas) tras un ascenso de 10 kilómetros de altura, pero la nave explotó unos minutos después del aterrizaje.
El modelo SN10 fue lanzado tras varios aplazamientos desde la plataforma de SpaceX en Texas (EE.UU.) y consiguió ascender 10.000 metros en algo más de cuatro minutos como estaba previsto, planeó sobre su barriga, giró sobre su eje y aterrizó en vertical.
No obstante, y a la espera de que SpaceX aclare qué pudo suceder, el cohete explotó poco después de tocar tierra en una espectacular deflagración.
El fundador de la compañía, Elon Musk, ha logrado utilizar comercialmente los motores de la primera fase de un cohete que aterrizan en vertical y explicó que el SN10 había “aterrizado de una pieza” pero finalmente ocurrió lo que él designa como un “desensamblaje rápido imprevisto”.
“¡Starship SN10 ha aterrizado de una sola pieza! ¡El equipo de SpaceX está haciendo un gran trabajo! ¡Un día, el éxito se medirá en que los vuelos de Starship se conviertan en algo banal!”, aseguró Musk en su cuenta de Twitter.
Esta es la tercera vez que un prototipo de la Starship, una versión mucho más compleja y con tres motores de sus cohetes comerciales, intenta completar un aterrizaje en pruebas, pero es la primera vez que el aterrizaje se completa hasta el punto de aterrizar en vertical.
Precisamente, los otros dos prototipos, el SN8 y el SN9, se estrellaron al aterrizar en diciembre y a comienzos de febrero.
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SpaceX espera realizar un vuelo con tripulación alrededor de la Luna en 2023 y progresivamente avanzar hasta poder llevar humanos a la superficie de la Luna, y posteriormente a Marte.
Las fases que se están probando serían la parte final de la misión en la que la nave debería aterrizar tras abandonar la órbita terrestre, tanto en otro planeta como de vuelta a la Tierra.
Musk estima que el desarrollo de este proyecto requerirá unos 5.000 millones de dólares, mientras que algunos expertos dudan de que colonizar Marte sea una decisión viable.
Un cohete hacia la Luna
Esta nave espacial es la opción de SpaceX para algún día poder enviar varios cohetes a la conquista de Marte. Sin embargo, en un primer momento y si las naves son seguras y funcionan correctamente, servirían para vuelos más cortos, especialmente a la Luna.
En esta nave volará a la Luna el multimillonario japonés Yusaku Maezawa, teóricamente en 2023. El precio del vuelo es confidencial.
Desde su cuenta de Twitter, Maezawa invitó a ocho personas “del mundo entero” a acompañarlo en la que sería la primera misión turística a la Luna. Los interesados deberán registrarse antes del 14 de marzo y una semana después se hará una primera selección.
El futuro cohete, que incluirá una nave tripulada, tendrá una altura de 120 metros y podrá cargar 100 toneladas a bordo.
La nave de SpaceX Starship se ha convertido en uno de los principales objetivos de la compañía espacial debido a que es la gran apuesta de Elon Musk para el transporte de pasajeros y carga, por lo que de lograr su desarrollo y pruebas con éxito sería “el vehículo de lanzamiento más poderoso del mundo jamás desarrollado”.
El enorme cohete cuenta con unos 50 metros de largo y SpaceX está construyendo varios prototipos del Starship de forma simultánea en sus instalaciones en Texas para realizar todas las pruebas.
SpaceX es conocida por adelantar una estrategia agresiva de avanzar con rapidez en el desarrollo de sus naves espaciales y aprender de los errores, lo que ha ocasionado varias explosiones en sus vuelos de prueba.
De esta forma, la compañía espacial sigue realizando las pruebas de su poderosa nave Starship con la que no solo se cumpliría el sueño de la humanidad de pisar suelo marciano sino que también facilitará las próximas misiones a la Luna y el transporte de carga al espacio.
Además, los avances de SpaceX le han permitido que a finales de este año tenga contemplado lanzar desde Cabo Cañaveral (Florida) la que será la primera misión totalmente comercial, denominada como ‘Inspiration4,’ que va a orbitar la Tierra durante varios días.