La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (Nasa) reveló que los científicos que trabajan en el rover Curiosity pudieron evidenciar la forma como un antiguo oasis pudo haber existido en la superficie de Marte.
“Los autores interpretan rocas enriquecidas en sales minerales descubiertas por el rover como evidencia de estanques de salmuera poco profundos que pasaron por episodios de desbordamiento y secado. Los depósitos sirven como una marca de agua creada por las fluctuaciones climáticas a medida que el ambiente marciano pasó de ser más húmedo al desierto helado que es hoy”, indicó la Nasa.
De acuerdo con la agencia espacial, este hallazgo se registró en el cráter Gale en donde los sedimentos transportados por el agua y el viento eventualmente llenaron el piso del cráter para formar capa por capa.
“Después de que el sedimento se endureció, el viento talló la roca en capas en el imponente Monte Sharp, que Curiosity está subiendo. Ahora expuesta en las laderas de las montañas, cada capa revela una era diferente de la historia marciana y tiene pistas sobre el entorno prevaleciente en ese momento”, señaló el estudio.
El científico William Rapin del Instituto Tecnológico de California (Caltech) y autor principal del estudio, aseguró que este cráter conserva este registro único de un cambio de Marte y les permitirá comprender cuándo y cómo comenzó a evolucionar el clima del planeta para también determinar por cuánto tiempo fue capaz de soportar la vida microbiana en la superficie.
“A partir de las sales encontradas en una sección de rocas sedimentarias de 150 metros de altura llamada ‘Isla Sutton’, que Curiosity visitó en 2017 pudimos evidenciar una serie de grietas de lodo en un lugar llamado ‘Viejo Soaker’. El equipo ya sabía que el área tenía períodos más secos intermitentes, pero las sales de Sutton sugieren que el agua también se concentró en salmuera”, explicó Rapin.
En ese sentido, el investigador destacó que cuando un lago se seca por completo, deja montones de cristales de sal pura, pero las sales encontradas son diferentes ya que son sales minerales que se mezclan con sedimentos, lo que sugiere que cristalizaron en un ambiente húmedo, posiblemente justo debajo de estanques poco profundos que se evaporan llenos de agua salada.
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Bajo este escenario, los científicos consideraron que dado que la Tierra y Marte eran similares en sus primeros días, esta isla puede tener cierta similitud con los lagos salinos en el Altiplano de América del Sur.
“Los arroyos y ríos que fluyen desde las cadenas montañosas hasta esta árida meseta de gran altitud conducen a cuencas cerradas similares al antiguo Cráter Gale de Marte. Los lagos en el Altiplano están fuertemente influenciados por el clima de la misma manera que Gale y el hecho de que estén libres de vegetación incluso los hace parecer un poco como Marte”, indicó Rapin.
Por su parte, Chris Fedo, miembro del equipo del Curiosity y especialista en el estudio de capas sedimentarias de la Universidad de Tennesse, indicó que este rover actualmente se encuentra en grandes estructuras rocosas que podrían haberse formado solo en un entorno de mayor energía, como un área azotada por el viento o corrientes fluidas.
“El viento o el agua que fluye acumula sedimentos en capas que se inclinan gradualmente. Cuando se endurecen en roca, se convierten en grandes estructuras. Encontrar capas inclinadas representa un cambio importante, donde el paisaje ya no está completamente bajo el agua y puede que hayamos dejado atrás la era de los lagos profundos”, indicó Fedo.
Finalmente, la Nasa destacó que el rover ya ha registrado capas más inclinadas y se espera establecer en los próximos años si estas estructuras rocosas se formaron en condiciones más secas, lo cual podría significar que la unidad que contiene arcilla representa una etapa intermedia, una puerta de entrada a una era diferente en la historia de agua en el cráter Gale.