El director de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE.UU. (NASA), Bill Nelson, ha generado una polémica al asegurar que China supuestamente tendría la intención de tener el control y “apoderarse” de la Luna al aliarse con Rusia para construir una base en este satélite natural.
“Debemos estar muy preocupados de que China vaya a aterrizar en la Luna para decir: ‘ahora es nuestra y tú quédate fuera’”, indicó Nelson en una entrevista con el diario alemán Bild.
De acuerdo con el funcionario, China ha venido acelerando el ritmo de su programa espacial bajo una visión militar en los últimos años y ha centrado gran parte de sus esfuerzos en llegar a la Luna.
De esta forma, EE.UU. estaría evaluando los intereses que tendría China por tener el control en la Luna teniendo en cuenta que recientemente ha venido construyendo su propia estación espacial y tendría proyectos de investigación que podrían representar unas supuestas amenazas para otras potencias.
“Bueno, ¿qué crees que está pasando en la estación espacial china? Allí aprenden a destruir los satélites de otros”, aseguró Nelson resaltando que los chinos vienen desarrollando una tecnología para “atrapar” satélites supuestamente para controlar sus propios desechos espaciales, pero que a la vez podrían utilizarla para atacar a otros países.
Lo cierto es que muchos creen que China y Estados Unidos estarían en una nueva carrera espacial para llegar de nuevo a la Luna. La NASA tiene contemplado llevar astronautas nuevamente en 2025, mientras que Pekín espera construir su base lunar para el año 2035.
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Algunos expertos creen que tener el control del polo sur de la Luna sería uno de los grandes objetivos de estas dos potencias debido a que la presencia de agua podría ser fundamental para la exploración y construcción de bases en este satélite natural en el futuro.
Curiosamente, Estados Unidos y Rusia (antes Unión Soviética) han logrado mantener una relación amistosa en la Estación Espacial Internacional y fueron los primeros países en poner astronautas en órbita en medio de su carrera espacial.
China también ha venido trabajando en su propio programa y se convirtió en el tercer país en la historia en llevar astronautas al espacio pero no han podido cooperar con EE.UU. por una ley que prohíbe que la NASA comparta información con el gigante asiático.
China dice que es una campaña de desprestigio
El pronunciamiento del director de la NASA rápidamente tuvo eco en las redes y por eso las autoridades de China no dudaron en referirse a este polémicos señalamientos.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, acusó a Nelson de mentir “descaradamente” al explicar que su país no tienen ningún tipo de intención en conquistar y tener el control de la Luna.
“Estados Unidos lleva a cabo una constante campaña de desprestigio contra las aspiraciones espaciales normales y sensatas de China y rechazamos firmemente estas declaraciones tan irresponsables”, dijo Lijian.
El funcionario también acusó a Nelson de hablar “irresponsablemente” sobre China y le pidió hacer una reflexión sobre la “oscura” historia del programa espacial estadounidense y la forma como ha definido el espacio como un dominio de guerra desarrollando una “fuerza espacial y desplegando armas espaciales ofensivas”
De esta forma, China indicó que Washington ha tenido una gran responsabilidad en el aumento de la basura espacial, así como fomentar una carrera armamentista en el espacio y promover una inestabilidad estratégica a nivel mundial.
“Instamos a que EE.UU. asuma con seriedad las responsabilidades de un gran país, revise y corrija seriamente las palabras y acciones negativas de la parte estadounidense en el espacio exterior, y haga las debidas contribuciones para salvaguardar la paz y la seguridad sostenidas en el espacio exterior”, manifestó Lijian.
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A pesar de estas acusaciones, China ha venido desarrollando una ambicioso plan en su objetivo de convertirse en una superpotencia espacial.
Uno de sus primeros objetivos está enfocado en construir la estación espacial Tiangong (Palacio Celestial) desde donde espera realizar sus propias investigaciones científicas y acoplar sus naves y controlar sus satélites.
Pero sus planes estarían mucho más allá ya que también está pensando en no solo llevar astronautas a la Luna en 2030 sino también enviar sondas espaciales a algunos asteroides y a planetas como Marte y Júpiter.
¿Riesgo de un conflicto?
Un equipo de científicos del Centro de Astrofísica Harvard & Smithsonian advirtió que el creciente interés por extraer los recursos en la Luna podría desencadenar tensiones y conflictos entre varias potencias en el mundo.
De acuerdo con los investigadores, en la Luna no hay suficientes recursos para satisfacer las necesidades de todos y ante la ausencia de políticas o acuerdos internacionales para decidir “quién obtiene qué de dónde” es posible que se desencadenen disputas en el futuro por el control de la minería en la Luna.
El astrónomo y autor del estudio, Martin Elvis, explicó que esta preocupación se da ante la ausencia de leyes robustas que regulen el uso de recursos mineros entre agencias espaciales y empresas del sector privado que tienen objetivos en la Luna durante las próximas décadas.
“Mucha gente piensa en el espacio como un lugar de paz y armonía entre naciones. Observamos todos los mapas de la Luna que pudimos encontrar y descubrimos que no muchos lugares tenían recursos de interés, y los que los tenían eran muy pequeños. Eso crea mucho espacio para el conflicto sobre ciertos recursos”, advirtió Elvis.
Precisamente, el Tratado de Espacio Exterior de 1967 y un Acuerdo de la Luna de 1979 contemplan que ningún lugar de espacio puede ser reclamado ni explotado comercialmente por ninguna nación. Sin embargo, potencias como Estados Unidos, China y Rusia se ha negado a firmar estos acuerdos; lo cual podría desencadenar desacuerdos en medio de la carrera especial que vienen teniendo estos países.
Finalmente, muchos expertos creen que el mundo está presenciando una nueva carrera espacial entre China y Estados Unidos en sus objetivos de conquistar el espacio no solo con fines científicos sino también por intereses comerciales y de seguridad en el futuro.
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