Descubren un exoplaneta que tendría una atmósfera y condiciones similares a las de la Tierra

Desde hace muchos años la comunidad científica ha estado concentrada en hallar vida en otros planetas dentro de nuestro sistema solar. Sin embargo, ahora los científicos han mirado más allá y han encontrado un exoplaneta que tendría condiciones claves para estudiar la atmósfera y la composición interna de los planetas rocosos.

Así lo reveló un estudio publicado en la revista Science luego de que unos investigadores hallaran a Gliese 486b, considerado una súper-Tierra caliente que orbita una estrella enana roja a solo 26 años luz del Sol.

Sin embargo, debido a su temperatura de 430 grados centígrados este exoplaneta no es habitable y su superficie se parecería más a la de Venus, con un paisaje caliente y seco que es cruzado por ardientes ríos de lava.

En ese sentido, este exoplaneta parece ser un candidato ideal para buscar una atmósfera similar a la de la Tierra. Si esto fuera así, podríamos encontrar rastros de vida en algún otro planeta que gire en torno a una estrella que no sea nuestro Sol.

Los cálculos realizados con los modelos existentes sugieren que el planeta tiene atmósfera, aunque puede ser más tenue que la terrestre, pero para confirmarlo habrá que esperar al nuevo telescopio espacial James Webb, que se lanzará este octubre, y al Telescopio Extremadamente Grande (ELT), actualmente en construcción.

El investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) en España, José Antonio Caballero, indicó que Gliese 486b es un exoplaneta único para la investigación debido a su cercanía a nosotros, su tamaño bastante parecido a la Tierra y su temperatura, la cual es adecuada para estudiar la atmósfera.

“El objetivo final es encontrar biomarcadores o biofirmas en las atmósferas de los exoplanetas, que son signos de vida en planetas habitables como la Tierra. Gliese puede ser la piedra Rosetta de la planetología”, explicó Caballero.

En los últimos 25 años se han descubierto unos 4.000 exoplanetas, de los cuales algunos ya han revelado tener atmósfera. Sin embargo, se trata de “grandes planetas gaseosos o helados y estas investigaciones aún no se han realizado en planetas del tamaño de la Tierra”, según Caballero.

Con su descubrimiento, los investigadores han abierto la posibilidad de estudiar un exoplaneta “rocoso como la Tierra”, que podría tener una atmósfera similar, asegura el experto.

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En la actualidad, se están estudiando atmósferas de exoplanetas de las dimensiones de Saturno, Júpiter o Neptuno, en orden de tamaño. Sin embargo, todavía no se ha logrado hacerlo con los que son de tipo terrestre.

En los planetas rocosos como la Tierra, la atmósfera es una delgada capa gaseosa y para poder estudiarla con los observatorios de próxima generación tiene que cumplir unos requisitos específicos.

“Gliese 486b también es importante para el estudio de su interior, pues con los datos actuales y conociendo los planetas del Sistema Solar puedes estimar, más o menos, su estructura interna”, explicó el experto.

Este exoplaneta está ubicado a 26 años luz de la Tierra, lo que lo convierte en el tercer exoplaneta conocido más cercano en tránsito, es decir, en una trayectoria en la que puede vérsele pasar por delante de su estrella.

Como Gliese 486 b está muy cerca de su estrella, tarda algo menos de 1,5 días en completar su órbita alrededor de ella. Además, la estrella (llamada Gliese 486) es muy brillante lo cual hace que estos dos factores hayan permitido la posible la adquisición de muchos datos y un estudio con tanta precisión.

La proximidad de este exoplaneta a su estrella también lo hace muy caliente (al menos 430°C) y está lleno de volcanes y ríos de lava, según Trifon Trifonov, investigador del alemán Max Planck Institute for Astronomy, y autor principal del estudio.

De esta forma, los cálculos apuntan a que este exoplaneta tiene un núcleo metálico, de hierro y níquel (como la Tierra), y un manto de silicato.

Además, un astronauta en la superficie de ese exoplaneta sentiría una gravedad un 70 % mayor que la que experimentaría aquí en la Tierra.

Con esos datos, no solo se han logrado medidas “ultraprecisas” de su masa y el radio, sino que también se sabe que gira en torno a su estrella en una trayectoria circular cada 1,5 días y a una distancia de 2,5 millones de kilómetros.

Finalmente, Trifonov destacó que estos nuevos datos les “ayudarán a entender mejor las atmósferas de los planetas rocosos, su extensión, densidad, composición y su influencia en la distribución de energía en los planetas”.

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