Una investigación liderada por la Universidad de Arizona pudo evidenciar que el empuje y atracción gravitacional de las lunas de Júpiter no solo contribuiría al calentamiento del planeta sino también de los mismos satélites.
De acuerdo con el estudio, las lunas de Júpiter están más calientes de lo que se pensaba y se podría dar a partir de un proceso denominado como calentamiento por mareas, en el que la gravedad entre el planeta y sus lunas produce un fenómeno de calor.
En ese sentido, los expertos explicaron que algunas de las lunas heladas contienen interiores lo suficientemente cálidos como para albergar océanos de agua líquida, pero en el caso de la luna rocosa ‘Io’ el calentamiento de las mareas puede derretir la roca en magma.
“Es sorprendente porque las lunas son mucho más pequeñas que Júpiter. No esperarías que fueran capaces de crear una respuesta de marea tan grande”, explicó Hamish Hay, quien realizó el estudio en el Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona.
De acuerdo con el experto, entender el comportamiento de estas lunas es importante para la ciencia ya que podría arrojar evidencias sobre la evolución del sistema lunar en su conjunto.
Precisamente, Júpiter cuenta con casi 80 lunas en su sistema en donde las cuatro más grandes son ‘Io’, ‘Europa’, ‘Ganímedes’ y ‘Calisto’, las cuales se creen que tendrían en escenario oceánico.
De hecho, los investigadores creían anteriormente que Júpiter era responsable de la mayor parte del calentamiento de las mareas asociado con el interior líquido de las lunas.
“Mantener los océanos subsuperficiales contra la congelación durante tiempos geológicos requiere un delicado equilibrio entre el calentamiento interno y la pérdida de calor. Sin embargo tenemos varias pruebas de que Europa, Ganímedes, Calisto y otras lunas deberían ser mundos oceánicos”, manifestó Antony Trinh, investigador del Laboratorio Planetario y Lunar.
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De acuerdo con el experto, ‘Io’ es la luna más cercana a Júpiter y es la que ha mostrado una actividad volcánica generalizada que daría cuenta del fenómeno de calentamiento de las mareas, pero con una intensidad probablemente más alta que la que ha sido experimentada por otros planetas terrestres como la Tierra.
“En última instancia, queremos comprender la fuente de todo este calor, tanto por su influencia en la evolución y habitabilidad de los muchos mundos del sistema solar como más allá”, destacó.
La resonancia de mareas
Los investigadores resaltaron que uno de los factores del calentamiento es un fenómeno denominado como resonancia de las mareas, el cual crea mucho más calor y su frecuencia natural en cada luna depende de la profundidad de su océano.
“Estas resonancias de marea se conocían antes de este trabajo, pero solo se descubrieron por las mareas en Júpiter. Cuando las fuerzas de las mareas actúan sobre un océano global, se crea un maremoto en la superficie que termina propagándose alrededor del ecuador con una cierta frecuencia o período”, explicó Hay.
En ese sentido, los científicos decidieron analizar este proceso y desarrollar un modelo con el que lograron entender que la influencia de Júpiter no puede por si sola crear mareas con la frecuencia adecuada para resonar con las lunas porque se cree que los océanos de las lunas son demasiado gruesos.
“Cuando las mareas generadas por otros objetos en el sistema lunar de Júpiter coinciden con la frecuencia de resonancia de cada luna, estas comienzan a experimentar más calentamiento que el generado por solo el planeta, pero en los casos extremos podría resultar en el derretimiento del hielo o roca interna”, concluyeron los investigadores.
De esta forma, los científicos llegaron a la conclusión que la influencia gravitacional de las otras lunas en conjunto con la de Júpiter si puede provocar ese efecto de calentamiento no solo entre las lunas sino también con el planeta.
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