Estilo de vida

“Dialogamos de otras maneras”: madre aprendió a comunicarse con su hija con displasia cortical

Ema Massaferro es una joven de 15 años que padece displasia cortical, una malformación del desarrollo de la corteza cerebral durante la gestación del bebé, que puede causar epilepsia (no todos los niños desarrollan epilepsia) y trastornos madurativos, cognitivos y motores.

Entre las consecuencias de esta enfermedad, Ema tiene discapacidad motora e intelectual, lo cual impide, entre otras cosas, que sea capaz de articular palabras o caminar, reseñó La Nación.

Pero, esto no ha sido una limitante para que su madre Lucila aprendiera formas alternativas de darse a entender con ella y hacer lo mejor posible para también entenderla.

Es así como a lo largo de los años ha aprendido a usar sus gestos, miradas y movimientos para interpretarla.

“Aprendí a dialogar con ella en sus gestos, miradas y movimientos. Ya no necesito que me hable. Puedo entenderla o trato de hacerlo lo mejor posible”, contó Lucila.

La mujer de 46 años de edad es bailarina, profesora de yoga y osteópata, y estas herramientas le han permitido hablarle a Ema también mediante la danza, tirándose al piso juntas, e interpretando los mensajes del cuerpo que cada una comparte con la otra.

Por eso, durante estos 15 años de vida de Lucila ha estado en un proceso constante de aprendizajes, entre ellos, la forma de comunicación con la adolescente que no puede expresarse con los códigos habituales del lenguaje.

Ver más: Video: vendedora es elogiada en TikTok al atender un niño con discapacidad usando lenguaje de señas

Displasia cortical, el diagnóstico menos esperado

A Ema le diagnosticaron displasia cortical cuando tenía cinco meses de vida. En ese momento los médicos explicaron que se trataba de una enfermedad genética que iba a afectar su desarrollo. De esa forma comenzó un camino desafiante que cambiaría las vidas de Lucila, su esposo y su primera hija.

“El embarazo de Ema nos encontró de regreso al país. Fue deseado y esperado por nosotros. A los cinco meses de su nacimiento comenzó otra historia. De repente, nos enfrentamos a sus convulsiones y su diagnóstico”, recordó Lucila.

“Por las convulsiones Ema tuvo una primera internación, que fue eterna para nosotros, pero fue allí donde nos dieron el diagnóstico: displasia cortical. Todavía recuerdo la escena en que una neuróloga nos explicó mostrándonos las imágenes de resonancia de su cerebro y nos dijo esas palabras. Fue un bocado difícil de digerir, algo totalmente inesperado”, contó.

Sin embargo, ninguno de ellos pensaba dejar sola a Ema en este proceso. Así comenzaron la odisea de asistir a distintos médicos, especialistas, terapeutas y otros lugares en los que buscaron respuestas a la situación.

“En esos momentos me sentí como anestesiada. Sin pensar demasiado solo accionando de un lado al otro para tratar de hacer lo que había que hacer”, dijo.

La condición de Ema la hace padecer de epilepsia refractaria. Esto es una alteración neurológica crónica que se caracteriza por presentar crisis convulsivas recurrentes y espontáneas. Clínicamente, a su vez, estas se clasifican como generalizadas o parciales, dentro de las cuales aproximadamente el 30% de los pacientes con epilepsia parcial son refractarios al tratamiento médico. Esto significa que las medicaciones que controlan las convulsiones sirve durante un tiempo pero luego dejan de hacer efecto.

“Las indicaciones médicas al comienzo fueron en relación al control de la epilepsia y luego apuntaron al acompañamiento terapéutico para que pudiera caminar, comer, aprender algunas habilidades a medida que iba creciendo”, contó Lucila.

En la actualidad los ataques de epilepsia y problemas respiratorios forman parte del día a día de Ema. “La estabilidad para Ema implica tener todos los días una convulsión”, comentó Lucila, admitiendo que desde el primer diagnóstico aceptó que no habría cura para la enfermedad de su hija.

El proceso de vida de Ema se ha basado en diferentes tipos de terapias para “ganarle al tiempo” y que la diferencia con el resto de los niños y niñas que se desarrollan normalmente no fuera tan grande. Con las diferentes opciones fue aprendiendo a su propio ritmo.

La joven no camina ni habla. Para trasladarse usa una silla de ruedas que debe manejar alguien más. Para comunicarse produce algunos sonidos y, a veces, aplaude. Además, su familia asegura que cuando mira expresa lo que siente y quiere decir.

Mientras que su familia ha asumido una actitud de adaptación y apoyo constante para sumar en todos los aspectos posible para darle la mejor calidad de vida de Ema.

Infórmate minuto a minuto sobre esta y otras noticias del mundo en nuestro Facebook.

América Digital

Te puede interesar:
Share

POST RECIENTES

Los aviones, las explosiones y otras teorías sobre los atentados del 11 de septiembre

Los atentados del 11 de septiembre estremecieron a Estados Unidos siendo uno de los eventos… Read More

septiembre 10, 2024

Cáncer, uno de los efectos que dejó la nube tóxica de los atentados del 11 de septiembre

Estados Unidos y el mundo se estremeció el 11 de septiembre de 2001 por cuenta… Read More

septiembre 10, 2024

11 de septiembre: datos que tal vez no conocías sobre el atentado a las Torres Gemelas

Han pasado 23 años desde que se registraron los atentados del 11 de septiembre contra… Read More

septiembre 10, 2024

Una cría de jirafa sorprendió al nacer sin manchas en un zoológico de EE.UU.

¿Te imaginas ver una jirafa sin manchas en su cuerpo? Este curioso caso se registró… Read More

agosto 23, 2023

No lo pronosticaron: una pareja de meteorólogos se casó en medio de una tormenta eléctrica

Una pareja de meteorólogos protagonizó una boda muy especial y muy acorde a sus profesiones:… Read More

agosto 23, 2023

Tom Leppard, el hombre que se tatuó como un leopardo y se aisló para vivir como un animal salvaje

Tom Leppard o 'El hombre leopardo' fue un militar británico que prestó sus servicios por… Read More

agosto 22, 2023