La carne tiene mucha grasa y hay una mancha de café sin limpiar. Acostumbrados al lujo, hay ciudadanos en Kuwait que se quejan de la calidad del servicio en los hoteles cinco estrellas en los que cumplen una cuarentena obligatoria a su vuelta del extranjero, para evitar contagios por coronavirus, lo cual provoca la indignación en las redes sociales.
Una habitación demasiado pequeña, una higiene inadecuada o una alimentación de mala calidad, forman parte de las quejas de esta clientela especial en las redes sociales.
Las autoridades de este país rico en petróleo han obligado a los ciudadanos que regresan del extranjero a aislarse durante 14 días en hoteles de lujo antes de poder regresar a sus hogares.
El primer grupo fue repatriado a finales de marzo. Kuwait ha adoptado medidas estrictas, como la cuarentena, para luchar contra la propagación de la enfermedad COVID-19 en el país, que ha registrado oficialmente más de 700 casos y una muerte.
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Ensalada sin aderezo
“Querido ministro de Hacienda: La comida no tiene gusto, es incomible. La tiramos”, comenta enfadado una kuwaití en un vídeo en el que oculta su rostro. “Estamos emocionalmente cansados y nuestra salud se deteriora porque la comida no es buena”, critica mostrando las bandejas de las comidas entregadas en su habitación. “Nos sirvieron una ensalada sin aderezo. Y todo lo demás también está seco”.
Sus comentarios han provocado numerosas reacciones en línea, algunas indignadas. “Me quedé en el hospital durante una semana con mi madre y no me quejé, comiendo simplemente pan y queso”, comenta una internauta en Twitter.
Kuwait, que bombea 2,7 millones de barriles de petróleo al día, cuenta con un fondo soberano de más de 600.000 millones de dólares y su ingreso medio per cápita es de 70.000 dólares al año, uno de los más altos del mundo.
Muchos de sus 1,5 millones de ciudadanos, que representan sólo el 30% de la población, están acostumbrados a una vida de lujo, a menudo en Europa, donde algunos poseen casas bonitas o se alojan en grandes hoteles.
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En un video, un kuwaití se queja que su equipaje no llegó a su habitación de hotel, que describe como pequeño con “la cama pegada al armario”.
En otra, una mujer afirma que la carne servida tiene “demasiada grasa”, mientras que otro juez que el servicio de habitaciones tarda “demasiado tiempo en limpiar una mancha de café en el sofá”.
Fuera de los hoteles de lujo, Kuwait ha intensificado las medidas estrictas para contener la pandemia y más de 100 personas se procesaron por violar las normas de cuarentena. Los infractores se exponen a hasta seis meses de prisión o a una multa de 10.000 dinares (casi 30.000 euros).
Toda persona declarada culpable de propagar intencionalmente el virus puede ser condenada a una pena de 10 años de prisión y a una multa de 30.000 dinares (aproximadamente 88.000 euros).
El parlamentario kuwaití Ahmed Nabil Al Fadel exhortó a la paciencia. “Es muy frecuente que el fregadero esté atascado o que haya algunos problemas (en el alojamiento), ya que ha habido poco tiempo para prepararlo”, subraya, “sean pacientes”.