Motivado al brote de coronavirus se han llegado a tomar medidas contundentes para evitar su propagación, una de ellas es el aislamiento preventivo. Sin embargo, el encierro en casa no es del todo fácil, la situación se complica especialmente para un hipocondríaco.
¿Cómo se puede tratar a un hipocondríaco en tiempos de cuarentena? Quienes entran en esta clasificación pueden sufrir bastante y es que si no están controlados, sienten miedo extremo de ser contagiados.
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De esta manera lo sostuvo el médico psiquiatra, Carlos Bromley. Para el especialista el entorno familiar de una persona que padece algún trastorno mental debe tomar con mayor preocupación su cuidado.
Bromley comentó que las personas cercanas deben permanecer atentas a una posible intensificación de los síntomas, sobre todo en momentos donde las medidas que involucran el estado de emergencia causan estrés y es complejo manejarlas.
“Más aún teniendo en cuenta que las personas con ese trastorno no poseen las mismas competencias para aceptar las restricciones propias del aislamiento social”, indicó el experto.
Además, agregó que “lo mejor es no contradecirlo y menos de mala manera diciéndole que otra vez vuelve con los mismo porque eso empeora su ansiedad y lo hace pensar que nadie lo quiere, que nadie lo comprende”.
Por otro lado, advirtió que nunca se debe descuidar la medicación de las personas hipocondríacas, ni su psicología. Si es necesario llamar al médico tratante es mejor hacerlo antes de que el problema sea mayor.
“En caso de que haya una situación extrema (como si el afectado pretendiera quitarse la vida) se debe llevar en calidad de emergencia a un centro de salud mental”, recomendó.
¿Qué piensa un hipocondríaco sobre los síntomas del coronavirus?
El doctor explicó que para una persona con este trastorno, una tos leve puede significar en su mente algún síntoma de enfermedad. Por este motivo, es probable que exija una radiografía para evaluar su salud y si el resultado es negativo, la persona puede discutir con el médico y pedir una tomografía para una evaluación más profunda.
“Es así, es un cuento de nunca acabar”, acotó el especialista.
