Una grave situación se vivió en Washington luego de que miles de manifestantes y seguidores de Donald Trump se enfrentaran a la Policía e ingresaran al Congreso en donde se adelantaba la sesión para certificar a Joe Biden como presidente de Estados Unidos.
El hecho generó gran conmoción en el país y fue un hecho inédito en la historia del país pero terminó con al menos una persona muerta tras ser alcanzada por una bala, decenas de heridos, así como varios manifestantes detenidos por las autoridades.
Las fuentes policiales le confirmaron al canal MSNBC que la mujer fue herida dentro del Capitolio y trasladada de emergencia a un centro asistencial con una fuerte hemorragia producto del impacto que recibió en su cuerpo y finalmente falleció.
Decenas de manifestantes recorrieron los pasillos del Congreso y algunos lograron ingresar a las oficinas y Cámaras del Capitolio en donde se tuvo que suspender la sesión por temas de seguridad.
Además, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien presidía la sesión, tuvo que ser evacuado por el Servicio Secreto mientras la turba se enfrentaba a las fuerzas de seguridad.
Miles de seguidores del presidente saliente Donald Trump, se concentraron a las afueras del Capitolio en Washington y derribaron varias vallas de seguridad, lo que generó choques con la Policía y caóticas escenas a las puertas del Congreso.
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Como consecuencia, la Policía ordenó la evacuación de dos edificios aledaños y el cierre de emergencia del Capitolio, sin embargo, tras una fuerte arremetida decenas de personas se tomaron el Congreso con banderas y mensajes en apoyo a Trump.
La tensión en Estados Unidos aumentó luego de que el presidente Trump realizara este miércoles un mitin a las afueras de la Casa Blanca en el que arremetió contra el Congreso insistiendo en que no debería certificar la victoria de Biden porque supuestamente las elecciones fueron fraudulentas.
Además, siguió presionando a Pence para que no certificara el triunfo del demócrata, a lo que el vicepresidente respondió que la Constitución no le da autoridad y por eso iba a proceder cumpliendo la ley.
En ese sentido, algunos sectores han responsabilizado a Trump de incitar este tipo de actos por no reconocer su derrota en las elecciones. Sin embargo, el mandatario invitó a sus simpatizantes a actuar en “paz y sin violencia”
“Pido a todos en el Capitolio de los Estados Unidos que permanezcan en paz. ¡Sin violencia! Recuerde, NOSOTROS somos el Partido de la Ley y el Orden: respete la Ley y a nuestros grandes hombres y mujeres de Azul. ¡Gracias!”, indicó Trump a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, Pence hizo un llamado para que cesara la violencia y destrucción que se presentaba en el Capitolio e invitó a los manifestantes a respetar a los agentes del orden y salir del edificio.
“La violencia y la destrucción que tienen lugar en el Capitolio de los Estados Unidos deben detenerse y deben detenerse ahora. Cualquiera que esté involucrado debe respetar a los agentes del orden y salir inmediatamente del edificio”, indicó Pence.
El vicepresidente también aseguró que la “protesta pacífica es un derecho de todos los estadounidenses” pero el ataque al Capitolio no será tolerado y “los involucrados serán procesados con todo el peso de la ley”.
Toque de queda en Washington
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ordenó un toque de queda en toda la ciudad ante los graves problemas de orden público que protagonizaron los seguidores del presidente Donald Trump al irrumpir en el Capitolio de Estados Unidos.
Bowser dispuso un toque de queda desde las 18H00 locales (23H00 GMT) después de que miles de manifestantes pro-Trump lograran violar la seguridad e ingresaran al Capitolio.
Precisamente, dentro del Congreso se vivió una compleja situación y la policía tuvo que desenfundar sus armas contra los manifestantes que intentaban ingresar a la Cámara de Representantes. Además, la policía tuvo que tirar gases lacrimógenos para controlar a la turba de personas.
“Responsables de seguridad de la Cámara y la policía del Capitolio tienen sus armas desenfundadas mientras manifestantes golpean la puerta principal de la Cámara. Se nos ha indicado que nos tumbemos en el suelo y nos pongamos máscaras antigás” manifestó el legislador demócrata Dan Kildee desde el interior del Congreso.
Ante la situación, la Casa Blanca confirmó que la Guardia Nacional fue dispuesta en el Congreso y sus alrededores para controlar los problemas de seguridad y orden público que se extendieron por varias horas.
Los legisladores republicanos le pidieron públicamente que Trump que condenara más abiertamente la violencia y exhortara a poner fin a la ocupación del Capitolio.
“Un ataque sin precedentes”
El presidente electo Joe Biden aseguró que la toma del Congreso fue un “asalto sin precedentes” a la democracia de EE.UU. y le pidió a Trump que cumpliera con su juramento de defender la Constitución y exigiera el fin de este “asedio”.
“Esto no es disensión. Es desorden. Es un caos. Limita con la sedición y debe terminar ahora… Hago un llamado a esta turba para que retroceda y permita que avance el trabajo de la democracia”, indicó Biden.
Al mismo tiempo, Trump publicó un mensaje en el que pedía que los manifestantes se retiraran del Capitolio en “paz” pero insistió en que Estados Unidos tuvo una elección “robada”.
“Esta fue una elección fraudulenta pero no podemos hacerle el juego a esta gente, tenemos que tener paz. Tienes que ir a casa ahora, tenemos que tener paz, tenemos que tener Ley y orden. Es muy duro. Nunca ha habido un momento como este en el que algo así haya sucedido y puedan quitárnoslo a todos, a nuestro país”, indicó Trump.
Precisamente, el expresidente George W. Bush lamentó que algunos de sus copartidarios republicanos alimentaran la “insurrección” en el Capitolio, comparando la situación con una “república bananera”.
“Así es como se disputan los resultados electorales en una república bananera, no en nuestra república democrática”, indicó Bush en un comunicado sobre los disturbios provocados por partidarios del presidente Trump, que tildó de “insurrección”.
La comunidad internacional también se pronunció por los hechos ocurridos calificándolos de “vergonzosos”, “impactantes” y “preocupantes” asegurando que la irrupción del Congreso fue un “ataque contra la democracia”, por lo que hicieron un llamando a respetar el resultado electoral.
Aunque las autoridades lograron despejar el Capitolio y sus alrededores, muchos de los seguidores de Trump ignoraron el toque de queda y apenas se alejaron un poco del Capitolio, dirigiéndose hacia otras zonas del centro de la capital.
La Policía lanzó inicialmente gases irritantes y de aturdimiento con el fin de expulsar a los seguidores de Trump de las inmediaciones del Congreso.
Una vez que entró en vigor el toque de queda, los agentes antidisturbios empezaron a avanzar hacia el centro de la ciudad para empujar a los seguidores de Trump lejos del Capitolio logrando que se alejaran de la zona.
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